SECRETO A VOCES:
La madre superiora se despertó y pensó para sus adentros:
- ¡Qué noche maravillosa he pasado!...hoy no voy a maltratar a mis pobres monjitas, las voy a tratar bien.
Se levantó llena de buena onda y comenzó a recorrer las celdas.
- Buen día Sor Josefa, la veo muy bien esta mañana y también muy bonito el sweater que está tejiendo.
- Gracias, Madre Ud. también se ve muy bien, pero parece que se ha bajado por el lado equivocado de la cama.
No le gustó nada el comentario final, pero sin embargo continuó con la siguiente celda y repitió:
- Buen día, sor María, qué bien se le ve hoy y qué bonito está quedando ese bordado.
- Gracias, Madre; Ud. también se ve muy bien, pero parece que se ha bajado por el lado equivocado de la cama…
La superiora se mordió los labios, pero continuó con su habitual recorrido. Todas las monjitas le repetían lo mismo, así que cuando llegó a la quinta monjita ya estaba que trinaba, entonces la saludó con los dientes apretados y preguntó:
- Buen día sor Leonor, séame sincera ¿yo me veo como si me hubiera bajado por el lado equivocado de la cama?
- Si, Madre.
- ¿Y qué le hace pensar eso?
- Es que tiene puestas las sandalias del padre Emilio!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario