NO TIENE REEMPLAZO…POR AHORA
La desaparición física de Néstor Kirchner ha dejado un vacío que será muy difícil de llenar en el oficialismo, que se ha atrincherado en los alrededores del bunker de la viuda Cristina F. a la espera que de ella surja la varita mágica o la bola de cristal para dilucidar un camino claro a seguir en esta contingencia inesperada. Nunca quisieron aceptar en el oficialismo lo que les incriminaban desde enfrente respecto al rol que le hizo jugar la presidenta a su propio marido en la organización política y económica de su gobierno. Más bien lo negaban. Negaban siempre que N.K. tuviera poder para direccionar políticas de estado.
El único que se preocupaba por hacer notar su rol era el propio N.K. que más bien se esforzaba todos los días en hacer notar quién tenía las riendas del poder.
La viuda Cristina F. lo aceptaba no por ser su esposa, sino porque no hay dudas que había un pacto entre ambos para poder manejar el poder no menos de doce años. Sus actitudes eran siempre contestes con las acciones previas de su esposo en todos los órdenes. Nunca se vio en Cristina siquiera una leve intención de armar su propio espacio de poder y así la sorprendió la muerte súbita de su esposo y orientador político.
Hoy todavía siguen explotando el velorio dentro del staf de gobierno de la viuda, aunque las coronas ya sean la recordación efímera de formalidades, que en varios casos fueron la expresión hipócrita para quedar bien, tan efímera como las flores que murieron marchitas.
Pero como las flores, el recuerdo del velorio exteriorizado por simpatizantes por las calles céntricas porteñas ya comienza a quedar ahogado por otros simpatizantes que al son de bombos y redoblantes hacen sentir el rigor de su protesta sectorial por las mismas calles que enjugaban lágrimas pocos días atrás. Y con esas protestas comienzan a manifestarse otras, todavía incipientes y a media voz, que ganan la generalidad de las calles del país por el alza en el costo de los servicios, por el costo de la carne vacuna, por el aumento de la tasa de inflación, etc. que hacía fines de año, dentro de poco más de treinta días se agudizará.
Mucho más tensa será la economía familiar para mediados de enero, cuando no haya mango que alcance ni tarjeta que se pueda estrujar para sacar gotas de su saldo y será entonces el momento en que la realidad cotidiana será el más fiel reflejo que mostrará la verdadera encuesta de imágenes y proyecciones en el camino hacia octubre 2011.
También será ese el único crédito que le quedará a la viuda de Kirchner para sobrevivir tras la culminación de su mandato; dos meses largos para asumir funciones de estado y para ocupar el liderazgo dentro de un post kirchnerismo, que deshoja margaritas por conocer lo que le deparará el futuro: su consolidación o su atomización.
Si hasta hoy, después de estar los Kirchner siete largos años en el poder nunca mostró la viuda condiciones de liderar un espacio de poder, de asumir el rol de conductora del estado ¿qué nos debe hacer creer ahora que esas virtudes aflorarán por arte de magia?
Todos los que votaron a la viuda de Krichner sabían que estaban votando al hoy difunto N.K. y Lo sabían también los que no los votaron.
Ahora, ante un panorama totalmente distinto: ¿Hay algún dirigente de peso que pueda reemplazar en el gobierno nacional al desaparecido N.K. que pueda sostener el estilo impreso en estos siete años? Al parecer no si visualiza ninguno. Y por esta razón lo que habrán de modificar será el estilo. El ministro Randazzo dio una señal en una entrevista que le concedió a Joaquín Morales Solá en TN, al mostrarse dialogador y distendido, algo así como un sumiso corderito, lo que no cierra con su perfil.
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