BUSTI NO NECESITA ENEMIGOS…
DEMASIADO CON ALGUNOS AMIGOS QUE TIENE
Nada más justo este antiguo adagio popular para encabezar este comentario acerca de las declaraciones realizadas por Raúl Taleb de Diamante la semana pasada en la que quiso justificar lo injustificable, poniendo al descubierto la distorsión que tiene acerca del concepto de lealtad este profesional en ciencias políticas, a quién se le debe haber olvidado rendir alguna materia elemental.
Disfrazado de intérprete de la realidad nacional, dijo Taleb (quien se manifestó amigo de Busti) que con la muerte de Kirchner hubo un antes y un después en la política y él venía sintiendo angustia porque estaba trabajando fuera de la estructura del partido tras un objetivo que ya había desaparecido.
En realidad esto muestra al desnudo la calidad de algunos políticos cuya interpretación de la realidad se circunscribe a nombres, a hechos aislados y a la búsqueda de la forma más elegante para ingresar en la cooperativa de turno. Taleb cree que la lucha es Duhalde, Reutemann, Macri o De Narváez, cuando lo que debe perseguir para honrar a nuestros gloriosos antepasados es recuperar la dignidad de los estados federales, es encontrar el camino que le devuelva el protagonismo a cada estado provincial para buscar su propio destino, sin necesidad de sufrir la dependencia de un unitarismo avasallador que baja desde la Casa Rosada a través de la “caja”.
No vamos a descubrir nada si decimos que no existe independencia política si no hay independencia económica; pero lo patético es que hoy los estados provinciales deben ir de rodillas hasta Buenos Aires a pedir limosnas de un tesoro que nos pertenece.
Lo ratificó el propio senador diamantino cuando manifestó que: “es verdad que el kirchnerismo contruyó la caja, pero a partir de tenerlos prendidos de la chequera, se generaron afectos y afinidades”…Nada más desafortunadas expresiones que nos pintan de cuerpo entero la calidad de este dirigente, que nuestro país se dio el lujo de tener como embajador en Cuba.
También Raúl Taleb mira nuestro destino, el destino de los entrerrianos, desde un prisma político partidario demasiado obtuso para un licenciado en ciencias políticas. Mucho más confundido está en creer que los partidos son solamente una herramienta electoral, cuando en realidad lo que necesitamos son partidos que funcionen organizadamente en todo tiempo y que estén contestes a cada una de las situaciones diarias que se van originando para ir formando opinión y, asimismo, el mejor reaseguro para la sociedad es que la conducción del partido gobernante no esté en manos de sus representantes en los poderes del estado.
Bueno, en verdad esto es tener muchas pretensiones.
Pero qué se puede esperar de un pseudo dirigente como Taleb cuando afirma que: “también me parece mal que cuando uno toma un decisión política se diga que lo compraron. ¿Quién sabe cual es el precio mío? Es probable que algunas personas a cambio de algunos posicionamientos dentro de la estructura - hasta no sé si es legítimo – hayan arreglado algo…”
Para rematar se justificó diciendo que militar en política no es caminar en los barrios...sino en todo momento, aun cuando se toma café con los amigos (en Stone?)...ya está como los radicales de Paraná que tenían el Comité en el ex Flamingo...en los cafés es muy singular la manera cómo se arregla el país.
No hace falta agregar nada más; con este concepto de Taleb para sostener sus convicciones es suficiente...
No hace falta agregar nada más; con este concepto de Taleb para sostener sus convicciones es suficiente...
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