sábado, 13 de noviembre de 2010

ECOS DE LA REALIDAD COTIDIANA

LAS PENAS DEL ÁNGEL
POR DON IRALA:

Quiero volver a cantar
Mi pena, mi sentimiento
Y su usted m’escucha atento
Seguro va a discernir
Todo lo que debo sufrir
En este difícil momento.

Tengo una pena profunda
En mi triste corazón;
Pues no hallo la razón,
No le encuentro fundamento
Que Gilberto en el momento
Me la juegue de traición.

Siempre lo tuve de amigo
Le contaba mi penar;
Hasta lo supe mandar
Cuántas veces a mi rancho
¿no habrá sido cual carancho
Y mi ausencia aprovechar?

¿Y qué se puede esperar
De un compadre traidor?
A mi me llegó un rumor
En una oportunidad
Más dije: - ¡no es verdad,
Bien conozco a mi asesor!

Yo me olvidaba qu’el tordo
En nido ajeno es experto
Por eso es que he abierto
Bien mis ojos, previsor,
Si tordo al verre es dotor,
También es dotor Gilberto.

Una mancha más al tigre
No será de trascendencia,
Más la otra contingencia
Mucho más me ha resentido
Pues Gilberto quiere el nido
Pero el de la intendencia.

Nada más, ni nada menos,
Esta es su pretensión,
Calza el dicho en la ocasión:
- ¡Pa’ manguiar no es pijotero!;
¡Tontito el nogoyacero
Que la juega de traición!


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