INSTALACIÓN DE LA ANTENA DE TELEFONÍA ES UN HECHO

LUIS COGNO, ACÓLITO DE VÁSQUEZ, “OPERA” PARA ACALLAR PROTESTAS

José Luis Cogno, encargado de los inspectores municipales, viene accionado a través de llamados telefónicos a distintos vecinos del Barrio Jardines para que desistan de protestar contra la instalación de la antena de telefonía móvil diciéndoles que es mentira que sean nocivas para la salud (de acuerdo a sus estudios e investigaciones) y que es mentira que recibieron dinero “por debajo de la mesa” a cambio de la licencia para CLARO.

Respecto  a la salud no puede ser más irrespetuosa la afirmación de este personaje hacia todos nosotros, hacia los que queremos un pueblo libre de la contaminación de ondas electromagnéticas totalmente innecesarias. Pero lo que afirma sobre el negociado, negándolo de manera inescrupulosa es digno de desglosarlo.

En primer lugar, José Luis Cogno, al igual que Lisandro Reya, llegó a nuestro municipio de la mano de Tachuela Acosta y recibió muchos beneficios personales y para su familia. Hay que recordar que recibió gratis uno de los mejores terrenos que se habían reservado para utilidad pública en el Barrio Casino, sobre Avenida Guido Marizza, terreno con el que se quedó su padre, teniendo una muy buena casa en Paraná. Ese terreno tiene un alto valor inmobiliario y pertenecía a todos nosotros, sin embargo quedó en sus manos gracias ala depredación de la que fuimos objeto en tiempos de Tachuela.

No pasó mucho tiempo y le mordió la mano al amo, pasando a las filas del vasquismo que prometía terminar con la corruptela del justicialista de Acosta y que sin embargo llegó al municipio con muchas más ambiciones personales, constituyéndose en una corrupción mayúscula.

Cogno es tan caradura que, mientras trata de defender lo indefendible, hace una obra en la esquina de Rivadavia y Basavilbaso, asociado con el intendente Ángel Vásquez, que cuesta una cifra muy superior a su sueldo de municipal que no supera los 2.500 pesos mensuales. Allí está levantando siete locales comerciales cuyo valor podría cubrir si trabajara unos 150 años en la Municipalidad de San Benito pero, como “curros + curros” es la consigna, no tiene escrúpulos para hacer ante nuestra narices un alarde del latrocinio municipal.