PARA RECORDAR EN EL DÍA DE LA LEALTAD

UN CONCEJAL QUE LE HACE CULTO:

 LISANDRO REYA

Lo de la lealtad peronista es más que nada un ritual que sirve para tocar el corazón de la militancia, aunque en los últimos tiempos ha servido más para fijar posiciones sectoriales de la interna justicialista que para recordar aquel mítico acontecimiento popular de 1945.

Aprovechando la ocasión de este recordatorio y considerando que nuestra ciudad es un caso único provincial, al menos, donde todos los concejales son justicialistas, es todo un símbolo de la mentada lealtad, que en la práctica suele estar muy lejos de aquel recordatorio apasionado, el concejal Lisandro Reya.

Este personaje, que honra su pasado de seminarista, llegó a la política lugareña de la mano de don Tachuela Acosta en 1995, que vio en él a un santulón tragasantos para que le manejara la estratégica sección Acción Social de entonces en el municipio.

Acosta creyó que le jugaría a favor, pero al poco tiempo se encontró con que el sumiso monaguillo al que le había dado su mano comenzó a intentar mordérsela de cualquier manera. Utilizó la relación que hizo (cuando no) con la gente necesitada de la ciudad para iniciar su propia campaña para sucederlo y le hizo la interna, de la que salió perdidoso.

De cualquier manera continuó con un trabajo dentro de la administración municipal y cuando apareció en escena el actual intendente por el 2003 se acopló a su proyecto y desde entonces goza de un privilegio que no pocos se pueden dar: cobra dos sueldos de la misma institución pública, en una acción que está reñida con la legislación vigente. Claro que él se podrá excusar con que cobra el sueldo legítimo como empleado y un viático o reconocimiento de gastos??? de concejal. Una mentira piadosa; cobra dos sueldos, esa es la verdad.

En estos días ha tenido alguna aparición pública por el tema de la antena de CLARO. En Radio La Voz manifestó que es una atribución del intendente la de autorizar el comienzo de los trabajos de instalación, desconociendo la letra de la Ordenanza N° 254. Pero también  ha estado “operando” con otros concejales para que hagan la vista gorda y le den el gusto al intendente para se haga de algunos pesitos extras.