VÁSQUEZ NO APARECIÓ POR LA MUNICIPALIDAD

ANDUVO BUSCANDO A DON PNÁ

Envuelto en una  nube de ira, de bronca, de desconsuelo el intendente Ángel Vásquez se tomó el día franco en la jornada de ayer porque no soportó la tirada semanal de PNÁ, que en la edición publicada este martes le dieron mucha publicidad al candidato a intendente de Jorge Busti, Marcelo González.

El día de ayer fue desesperante para nuestro intendente, ya que se le terminaron las obras + obras, los curros + curros, los caballos de carrera, la timba, el cabarute, la blanca…la negra, todo, absolutamente todo.

La fijación de este martes fue exclusivamente el PNÁ para Ángel Vásquez, para colmo a la hora de almorzar en un comedor de La Loma le ofrecieron de postre: Torta de Manzana. Esto lo habría hecho estallar y se levantó diciéndole al mozo: - Otro día paso y te pago.

Pero ayer Vásquez le dedicó horas a esta cuestión al punto que primero le hizo la guardia al editor responsable de este medio en Ruta 18 de donde lo derivaron a calle San Luis 422 de Paraná, donde están las nuevas oficinas de PNÁ. Allí hizo la guardia por más de una hora hasta que logró una entrevista, en la que mostró su disgusto por la promoción que le vienen haciendo al candidato de Busti.

También mostró su desagrado por el chiste de contratapa donde mantiene un diálogo con Manzanita, pero lo que más le molestó fue, sin dudas, los datos del encuestador oficial.

 Al parecer también habría tenido el descaro de averiguar quién paga la publicidad política (como si esto tuviera que consultarse también con él), creyéndose que estaba hablando con “culo corto” al que siempre manejó como un títere; pero en este caso las cosas fueron totalmente diferentes.

Hasta la noche continuaba el periplo sin rumbo fijo de nuestro mandamás, hasta que por último recaló donde su confesor oficial, el radikal Korona de calle Ramírez.
A altas horas de la noche desde allí partió raudamente nuestro intendente, al parecer convencidode que no hay que aflojar ni abajo del agua y con una surtida cantidad de papelitos (de los llamados mariposas) para arrojar su bronca por la vía pública.