EN BOCA CERRADA NO ENTRAN MOSCAS
El tractorista Edgardo Dellizotti apareció de nuevo en la palestra pública haciendo lamentables declaraciones respecto lo que significa la palabra: LEALTAD.
Nada más patético que escuchar a este intendente que llegó a manejar los destinos de la ex Junta de Gobierno de Colonia Avellaneda (dejando de manejar un tractor) de la mano de su entonces líder indiscutible Sergio Alberto Montiel cuando era un consuetudinario radical de la más pura cepa, capaz de pelear por defender la boina blanca heredada de Alem e irigoyen.
Más tarde llegó al poder Jorge Pedro Busti y entonces comenzó a pergeñar la idea de “darse vuelta” de campana y de revés, “de roldana” como se dice en el juego de la taba y tiró en Las Tunas sus manuales radicales para abrazar la causa del oportunismo, un partido que se viene popularizando en estos tiempos democráticos modernos.
Fue desde entonces el acérrimo defensor de Jorge Busti como persona, pero manteniendo silencio en cuanto a pronunciarse sobre las verdades peronistas; mientras tanto, con una conocida vocalista de su vecindad practicaba horas y horas las estrofas de la marchita desconocida por él, haciendo karaoke con las frituras que perduran del legendario Hugo del Carril.
Pero llegó Urribarri y en otro salto mortal al mejor estilo circense, abandonó la tropa bustista, para alinearse con la tropa de la billetera y de la conveniencia personal.
Después que mandó al carajo lo poco que le quedaba de lealtad en su acervo personal, ahora salió con declaraciones públicas explicando los alcances de esta mítica palabra del diccionario peronista.
¡Qué hijuepú…!
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