MERECE DETENERSE UN MOMENTO

CHILE NOS DIO UNA LECCIÓN DE VIDA Y DE PAÍS

Merecía detenernos un momento, se justificaba dejar de lado nuestras cuestiones cotidianas para ser partícipes de un acontecimiento de repercusión mundial cuyas características eran únicas.

Chile nos deja una lección, o mejor dicho el arquitecto universal nos dio una nueva lección a través de un cerro atacameño, para que la humanidad ponga en balanza el valor de la vida y el de la ambición, en una señal inequívoca nacida desde las entrañas de la "pachamama" incaica.

Es que la ambición por riquezas, por chafalonerías vanales de empresarios sin escrúpulos, poniendo en juego la vida de sus semejantes, nació con la humanidad misma desde el principal símbolo de poder como lo es el oro.

El pueblo chileno nos deja una enseñanza acerca del valor de la unidad en tareas, en objetivos comunes, la lección de un pueblo sufrido con un admirable sentido de la nacionalidad.

¡Yo creo, definitivamente...que hay Dios!