domingo, 10 de octubre de 2010

COSAS DE NUESTRA ARGENTINA

¡VIVA LA PATRIA…VIVA LA PEPA..!
“Hola, permítanme presentarme... soy un negro habitante del conurbano bonaerense, aunque bien podría estar viviendo en alguna de las villas de la Capital Federal. Esa cuestión no importa. Le pedí a un amigo que escribiera esto ya que soy bastante bruto para escribir porque no terminé la escuela, ni me interesó hacerlo y por supuesto tampoco lo pienso hacer.
 No he cumplido muchos años de vida pero ya tengo 5 guachos, por los cuales, gracias a usted, cobro $ 900 en concepto de Asignación Universal por hijo.
A eso hay que sumarle los $ 1.000 que cobro por un Plan Argentina Trabaja, más los $ 150 de mi mujer por un Plan Trabajar que se multiplica por 3 ya que vivo con mis suegros que tienen otros 2 planes iguales. Lo que suma en total $ 2.350 mensuales que ingresan a mi hogar.
Todo eso me viene absolutamente gratis, ya que ninguno trabaja y lo cobro alegremente en los cajeros automáticos con la tarjeta sin más trámite.
 ¿La casa?... Me la regaló el Estado o la tomé, da igual..... A eso hay que sumarle alguna changuita que me hago cuando el puntero peronista me convoca y voy a vociferar a la vía pública en alguna marcha peronista en apoyo a Cristina, blandiendo un palo o un fierro, amenazadoramente. Muchas veces nos tapamos la cara con pañuelos o pasamontañas, y eso nos hace sentir más fuertes y seguros. 
Choripan, coca cola y si la llevo a la patrona, cobro doble.
 Desde ya que de trabajar, nada. No..., no trabajo. ¿Para qué si con eso me alcanza y sobra...?
No pago ningún impuesto, me subsidian la electricidad y el gas, me dan bolsones de comida, calzo zapatillas Adidas de $ 350, veo Direct TV o estoy enganchado de Cablevisión y mi celular es de última generación. Eso me da mucho tiempo de ocio que aprovecho para ir a hacer estragos a la cancha, romperle la cabeza a un antagonista o a un policía (¡¡¡ cómo odio a la poli...!!!), ponerme en pedo, y mostrar mis ostentosos tatuajes.
Me gusta romper los trenes, las plazas, las bolsas de basura y hacer pintadas en algún edificio público. El concepto de cuidado del espacio público no forma parte de mi cultura.
 En la heladera tengo un buen surtido de vinos y cervezas. En una cajita guardo el paco y la merca.
De mi pared cuelga un póster del Che Guevara. No sé muy bien quién es, ni lo que hizo este barbudo pero yo lo admiro porque me siento parte y protagonista de algo. Además Maradona lo tiene tatuado en un brazo !!... Debe ser otro ídolo !!
De la alimentación de mis guachos, se ocupa la escuela pública y si alguna maestra se atreve a querer disciplinarlos, allí estaré yo para pegarle una patada en el trasero .... ¿Quién se cree que es...?
A veces los llevo a las marchas para que vayan absorbiendo la cultura piquetera y los uso como escudos humanos si los ratis se ponen pesados.
 Mi vida transcurre entre las relaciones con mi jermu, alguna compañera de las marchas, o cualquier “laburadora”  de las calles de Constitución.
A veces me pega mal la merca y salgo a hacer “algún hecho”... entiéndase, a chorear. Prefiero como víctimas los pendejos que salen de la escuela o los jubilados, porque esos no saben defenderse. Es fácil.
 Si se me da por trabajar, lo hago sólo por unos días y nunca trabajo los lunes. Es San Perón. El tema es que no puedo trabajar en blanco (legal) porque pierdo los planes sociales y eso es mala palabra para mí.
 Las jodas comienzan los viernes, sacó mis potentes bafles, hago sonar pibes Chorros” o “El Polaco” y comienzo a intoxicarme.  Asado todos los fines de semana y dada la resaca, los lunes duermo hasta tarde.
Si existe algo que me perjudica o no me gusta, salgo con los compañeros a cortar calles, vías y siempre tengo un arsenal de piedras para repartir a quien le moleste.
Me río de los imbéciles que trabajan y pagan sus impuestos porque gracias a ellos yo puedo seguir adelante con mi cómoda vida.
 El Estado me garantiza libertad de acción y si caigo a la Tumba (prisión) por algún motivo, sé que las benignas leyes y los derechos humanos, me amparan. Además siempre hay algún juez amigo del puntero del barrio que me hace liberar al toque.
Este sistema es un paraíso para mí y siempre los peronistas tendrán mi voto. Y como cada día somos más, gracias a que no hacemos otra cosa que “darle” a las negras, nos seguimos multiplicando, por lo que los peronistas seguirán gobernando.
 No tengo mucho mas que ampliar. Se acerca el fin de semana y ni hablar. El Mundial lo pudimos ver gratis con los decodificadores que nos regala el gobierno por ser pobres.
 Saqué a relucir mi camiseta de $ 200 y la bandera argentina. Jua,...! Si el creador de la bandera supiera que todo su trabajo, tesón y renunciamiento sólo sirvieron para que yo existiera, se volvería a morir.
 ¡Qué me importa...! Además ese Belgrano (creo que se llamaba así), era rubio y tenía ojos azules. ¡¡¡ Qué asco...!!!
 Me importa lo mismo que me importás vos. Ni hablar si sos blanco. Si sos blanco, te odio más, como dice el maestro D'Elía... Por eso, cada vez que me mires de soslayo y arrugues la nariz, cada vez que una negra embarazada esté a punto de parir, cada vez que te corten una calle o una vía, o te rompan la vereda, te ensucien, te pinten la casa, no te dejen dormir con la música, te afanen, te pisen, te escupan, tenés que recordar que yo existo gracias a vos y a tus impuestos...

 ¡¡¡ BLANCO DE MIERDA...!!!

¿O NO?...

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