domingo, 10 de octubre de 2010

EFECTOS Y DEFECTOS DE LA COLOCACIÓN DE ANTENAS

ALGUNAS OPINIONES DESDE BUENOS AIRES
El licenciado Antonio Elio Brailovsky, al frente de la Defensoría Adjunta de Buenos Aires, en una reunión de vecinos en la Sociedad de Fomento de Palermo Viejo, realizó tiempo atrás una charla sobre el tema de las antenas de telefonía móvil a fin de que tomen conciencia del peligro que significa y, entre otras cosas, manifestó:
"Hay un debate científico sobre si las antenas de teléfonos celulares contaminan o no". Conforme la OMS, todavía no se han terminado los estudios como para asegurar que contaminan pero lo cierto es que irradian ondas electro-magnéticas que pasan por el cuerpo humano y esto provoca disturbios en la salud". Y añadió. "Por otra parte, el comité encargado por ese organismo del tema, indica que es prudente no colocarlas hasta 500 metros de lugares donde vivan chicos".
"A raíz de un juicio realizado y ganado por un pasajero que viajaba en subterráneo en Venecia, a quien la proximidad de un celular interceptó su marcapasos se prohibió el uso de celulares en ese medio de transporte, disposición que luego se extendió a toda Italia". Algo parecido sucedió en Japón donde en ningún medio de transporte se puede ingresar con teléfonos celulares.
Antonio Brailovsky fue más allá: ¿Qué hace uno frente a estas disquisiciones científicas de que hace o no daño a la salud?, se preguntó. "Una opción es que hasta que no esté comprobado que hace daño no hago nada y lo sigo usando y otra hasta que no esté comprobado que esto es inicuo no lo sigo usando. El problema es que si dentro de 10 años se comprueba que esto si provoca cáncer" se preguntó:  “¿Vale la pena arriesgar la vida por unos pesos? Uno tiene una sola vida que la puede pasar con más dinero o con menos, pero una sola".
¿Por qué de esto se sabe poco?, -se preguntó- porque detrás de esto no están solamente las empresas de telefonía móvil, sino que también está todo el sistema militar, el sistema de comunicaciones de las fuerzas armadas y de seguridad, puede entrar en la misma situación que las antenas de telefonía celular. Con lo cual hay un interés militar.
Si el sector de poder está presionado por empresarios y militares, que nos queda como defensa a la comunidad, necesitamos formas de organización vecinal, para que la gente reflexione si vale la pena arriesgar la vida por un poco de dinero. El tema de las redes asociativas son el punto último de defensa de la sociedad, apoyándose unos a otros y darse la información que de otro manera le están negando", concluyó.
En esa reunión, Noemí Hakel, Presidenta de la Sociedad de Fomento de Palermo Viejo manifestó: "Cuando oímos que el radio de influencia de las ondas electro-magnéticas de las antenas de teléfonos celulares era de más de 500 m y no sólo afectaba al edificio, a todos nos temblaron las piernas".
Sobre el controvertido tema de las antenas hay que rescatar que hoy en Buenos Aires las empresas llegan a pagar entre 15.000 y 25.000 pesos anuales de canon para instalar antenas en los edificios de consorcio.

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