miércoles, 7 de agosto de 2013

A POCAS HORAS DE ELECCIONES ‘ALPEDORRAS’

UNA FALTA DE ENTUSIASMO GENERALIZADO
Pasó una campaña política más de las quince (incluyendo las pasadas primarias abiertas) que nos ocurrieron a los argentinos desde 1983 a la fecha. Es la primera vez que se nota en la población en general una falta de entusiasmo, de movilización, de comentarios de esquina que tengan alguna relación con el tema; la gente está preocupada por otros temas que le tocan de cerca, los que no forman parte del relato de los políticos, salvo “inflación” y “seguridad” que están en boca de los opositores sin excepción.
Entre Ríos no escapa a esta realidad, aunque se enriquece para el oficialismo la mirada por sobre el hombro de octubre/2013 porque aspiran a una proyección hacia el plano nacional de Sergio Urribarri.
No hace falta ser politólogo para darse cuenta que esta elección se ha colocado como termómetro para ese propósito, desfigurando lo que en realidad se estará eligiendo – legisladores nacionales – para colocar la imagen del gobernador por sobre todos los que en realidad tienen una posibilidad para acceder a una banca para el Congreso Nacional.
Es una estrategia audaz si se quiere, legitimada por las leyes electorales, aunque con la incertidumbre de lo que quieren hacer los electores, los que tendrán la palabra el domingo – tenuemente – y en octubre cuando se elija de verdad.
No deja de ser un riego para el gobierno provincial realizar esta jugada ya que necesita poner un rotundo porcentaje que supere el 48/50% del total de votos emitidos si quiere  mostrar algo con proyección para destacar en el plano nacional. De no ser así se puede considerar el resultado como fracaso por parte de la prensa porteña y la jugada por quedar neutralizada, sino desestimada definitivamente. Las mediciones para Urribarri son buenísimas sólo que hace falta comprobar en los cuarto oscuros si eso se traduce en votos, cuando la mayoría sabe que nunca dejará la gobernación para irse al Congreso Nacional a ocupar una banca como senador.
Por eso estas elecciones primarias ya fueron interpretadas por el sentir popular y no concitan el mínimo interés; los votantes es muy probable que concurran en una relativa cantidad porque la ley obliga y no es de extrañarse que entre hoy y el sábado nos inunden con amenazas desde el Ministerio del Interior con sanciones para los que no concurran a votar a los fines de asegurar una mínima de electores que supere el 66/70% del total del padrón.
Es que se elige candidatos para estar en las legislativas de octubre.
Otro dilema que habrá de develarse el domingo por la noche es hacia donde se dirige la opinión e interpretación de los ciudadanos sobre estas elecciones primarias; ningún encuestador ha podido determinar hasta ahora si se pondrá en la balanza la imagen de Cristina, la de Urribarri y la de los jefes comunales, si alguno de los tres será fiel o contrapeso o – por el contrario – habrá un equilibrio en esta terna de evaluación.

Faltan pocas horas para saber cómo se encaminarán las cosas hacia octubre, incluso en ese camino de diez semanas puede haber algunas reacciones que modifiquen en algo los resultados de entrenamiento del 11 de agosto.

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