INMOBILIARIA MUNICIPAL

EL CHUQUI NO ES TAL GIL

Empleados vinculados al área municipal que conocen el movimiento del registro catastral nos han comentado una grave irregularidad que se viene dando en comandita entre el intendente y el asesor oriundo de Nogoyá a quién se le conoce como el Chuqui.
Ambos están organizados de tal manera que, a través de un abogado a quién se le ha tercerizado el cobro de impuestos atrasados, van detectando todos aquellos terrenos que sus propietarios quieren liquidar por diversas razones.
Generalmente hay pequeños inversores que han adquirido terrenos como ahorro y no se han preocupado mucho por mantenerlos, cercarlos, edificarlos. Cuando les llega una intimación, con un costo únicamente para el profesional de 400 pesos, a lo que se les suma la deuda por contribución municipal, empiezan a hacer números y prefieren deshacerse de los mismos.
Ahí viene entonces la operatoria de persuasión a cargo del profesional externo que apura a los incautos diciéndoles que les vana rematar por monedas su propiedad. Asustados los propietarios se apuran por vender antes que sea demasiado tarde.
Es entonces cuando aparece el “Chapulín Colorado” que les da la solución mágica. Dinero en efectivo y arreglo de la deuda municipal, son la moneda corriente en la negociación. De todo ello se encarga el Chuqui Gilberto Del Vécchio quién, como resaltábamos en el titular, del gil no tiene nada.
El negocio surge rápido y bien aceitado. De esa manera se hacen con suma facilidad de terrenos en nuestra planta urbana, a los que acceden por tener información que nadie maneja y por utilizar la presión para asustar a propietarios incautos que se desprenden de sus propiedades por monedas.
Los negocios en realidad no se hacen habitualmente a nombre del mencionado asesor deshonesto; en un caso hemos podido ver que el suegro del asesor nogoyaense Del Vecchio es el comprador virtual que aparece en el momento justo y con efectivo constante y sonante que atrae a cualquiera. En una sola operación con dos terrenos hizo un negocio que le dejó 9.000 pesos de diferencia en un día, ya que compró al incauto propietario y vendió enseguida gracias a que en el área del municipio ya habían detectado un potencial comprador.