“SI LOS AMIGOS ME LO PIDEN”
Gastada muletilla que utilizan todos aquellos funcionarios que desde 1983 a la fecha quieren seguir prendidos a la teta pública; entre ellos, no se escapa Edgardo Dellizotti, administador de la comuna de Avellaneda.Los que conocemos desde hace muchos años a E. Dellizotti, Intendente de Colonia Avellaneda, no nos sorprendemos de las cabriolas que hace en el aire antes de caer parado, cuando transita el camino de política.
Cuando estaba en el radicalismo fue montielista hasta los huesos, pero cuando vino la primera campaña y vio que Montiel tenía que dejar el sillón de Urquiza, se enamoró de la figura de Laferriere y lo siguió a muerte. Años más tarde vino la nueva campaña de Montiel y jugó sus cartas a su figura para lograr su retorno a la Casa de Gobierno y como premio fue llevado a la Junta de Gobierno. Llegó el “Váyanse Todos” y el año 2002 y Busti lideró la oposición al radicalismo subido sobre el principal caballito de batalla y junto a él declamó por todos los rincones de la colonia el versículo principal de aquella campaña: “Romina, Eloisa y José Daniel”; aunque todavía utilizaba para algunas ocasiones el sello oficial de radicalismo, junto a otro de características similares, Daniel Korona.
Así fue reubicado al frente de la vecina comuna y duró todo ese mandato, más la nueva causa desde el 2007 ya hecho un kirchnerista de paladar negro, que ni envidia le tenía a Pérsico y D’Elía.
Así subsiste hasta el día de hoy. Ahora especula sobre el futuro suyo, siempre enancado en el que se presuma con mayores expectativas para acceder a la gobernación; esa sería la traducción literal del: "si los amigos me lo piden". Su dilema no es su salud (ya que si fuera por él esperaría hasta que lo saquen con los pies para delante de su oficina) sino que se les esfumarían sus posibilidades si fuera Busti el candidato peronista más firme. Es que no le perdonarían la traición. Por ahora Busti tiene una estructura interesante en Colonia Avellaneda, aunque le sobran los candidatos a cacique y ha mostrado los dientes a la hora de recordar al intendente.
Por otra parte, no nos sorprendería si en algún momento Benedetti se proyectara como el mejor candidato para ganar porque, seguramente, allí lo veríamos encolumnado.
Hay que darse un poquito más de tiempo para corroborar esta afirmación.
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