viernes, 30 de julio de 2010

EL CLUB DE LOS SANTOS

MORETTI: UN SECRETARIO PREOCUPADO

Luego de la presentación de una nota pidiendo asamblea en el club para renovar autoridades, aparecieron los directivos como por arte de magia. Estuvieron ausentes por un largo período pero ahora se muestran preocupados por el destino que pudiera tener el club y quieren que sus sucesores sean tan competentes como lo fueron ellos.
Parece que tienen miedo de dilapidar tanto esfuerzo, tantas realizaciones, tantas conquistas, tantas obras y mejoras realizadas ya que están preocupados por establecer quienes podrían ser sus sucesores. Realmente es una comedia tragicómica para el Libro de Guinnes.
Después de haber vegetado durante tres años sin pena ni gloria, sin haber hecho nada, absolutamente nada por mejorar el club, al ver que les ha llegado la hora inexorable de su retirada sin pena ni gloria, quieren hacer alguna maniobra que los deje, al menos, libres de sospechas en el futuro.
Si algo puede sorprender es la actitud del secretario Moretti, hombre vinculado a algunas otras fuerzas vivas de la localidad en la zona del Barrio La Loma donde reside, como así también su vinculación cercana al iglesia hace presumir que se trata de un hombre de principios, que no se prestaría a ninguna maniobra que enlode su buen nombre.
Sin embargo, tal vez inducido por otros interesados, ha venido teniendo actitudes discutibles, por no decir sospechosas, respecto al club social y deportivo, ya que ha permitido irregularidades reprochables desde todo punto de vista, como por ejemplo, consentir que se deje de cobrar la cuota societaria desde setiembre de 2008 sin ninguna justificación poniendo a toda la masa societaria y a la institución misma en una situación irregular, como así también renunciando a un potencial ingreso de unos 15.000 pesos que buena falta le hace al club. Mientras no se cobraba la cuota de socios los baños pedían a gritos por algo de lavandina que los liberaran de tanta bacteria asesina suelta.
Lo más lamentable es que todo ello se ha hecho ex profeso, con una mala intención encubierta que no admite justificativo. El vaciamiento que se ha pretendido hacer entre Cavallo, Colman y Moretti realmente exaspera porque no es digno de personas honestas. La excusa que estuvieron esgrimiendo, pueril excusa, es que no tenían los recibos para cobrar. ¡Dos años ha que se les extraviaron los talonarios de recibos!...¡vaya casualidad!
Ahora nos venimos a enterar de boca del propio Moretti que no quieren tener más que un mínimo de socios para poder manipular a su antojo los destinos de nuestra institución como si fuera cosa propia y hereditaria. Y parecería que ellos son los van a determinar quiénes son los que deben seguir sus pasos.

Vaya pretensión de ciudadanos venidos a salvadores que juegan en el club de los honestos los unos y en el sacro club de los traga - santos los otros.

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