ACTO EN CASA DE GOBIERNO

“NO VOY A OLVIDAR”

Para todos aquellos que lo agravian, a los ingratos, a los infames, Jorge Busti les envió un elíptico mensaje en la noche de ayer con motivo del acto de recordación por el 58° Aniversario del fallecimiento de Evita.
En el discurso el líder del Peronismo Federal fue duro en sus conceptos y marcó diferencia a la hora de interpretar lo que es perdonar y lo que es olvidar.
Traidores hay por todos lados y para Busti no ha de ser una novedad encontrarlos por doquier. Pero sin dudas que el mensaje estaba destinado a su ex ministro, hoy gobernador Urribarri ya que no existiría, ni siquiera sería concejal en General Campos si no hubiera sido por el concordiense.
Pero si hay que leer entre líneas es de imaginar que la muralla entre los dos sectores más fuertes del justicialismo es cada día más sólida y no se visualiza un solución de aquí a las próximas elecciones. Es lamentable el enfrentamiento ya que no les hace ningún favor; ir separados es jugar una carta demasiado riesgosa; es como querer gritar truco en tercera con un tres, sin que se hayan visto las cartas grandes.
Quién mira desde la tribuna neutral se da cuenta que hay culpas de ambos lados. Esperar que ceda la tozudez de Busti cuando está para dar la vuelta de los sesenta es tan inútil como esperar que cedan los genes vascos del gobernador.
Así las cosas, cuando se mira las encuestas que se lanzan desde ambos lados no caben dudas que si hoy fueran las elecciones el gobernador electo resultaría el radical Benedetti. Y puede resultar electo de continuar esta situación, porque el desgaste del peronismo es cada vez mayor.
Una alternancia política para la provincia hoy por hoy sería muy saludable, nos haría bien a todos. Al justicialismo le daría el elemento indispensable para abrazarse en la desgracia y para comenzar a desandar un camino hacia el poder con todos encolumnados desde el llano.