sábado, 10 de julio de 2010

ACEFALÍA DEL CLUB

LAS APETENCIAS DE VÁSQUEZ

Desde hace un tiempo a esta parte se ha observado un especial interés del mandamás de San Benito por dedicarle tiempo al club local, más que nada gastando saliva al hablar demás del club del que él, como todo asociado, son un número con derechos y responsabilidades idénticas. Nadie tiene un derecho calificado.
Al escuchar al intendente llenarse la boca con expresiones sobre el funcionamiento de nuestro club se deduce un interés subalterno que nada tiene que ver con un sentimiento de afecto o de apego hacia la divisa rojiblanca. Pero cuando se profundiza en el análisis de sus altisonancias se puede leer perfectamente cuales son sus verdaderos propósitos.
En efecto, cuando uno se pone a averiguar que hay detrás de todo comprueba que lo que se quiere es, al igual que con la Cooperativa de Agua, “manotear” la institución para sus intereses políticos. Este intento de politizar el club está a la vista.
Por un lado la operación dirigida por sus secuaces para desestabilizar al club desde la conocida patota que sostiene desde una empresita privada que hace trabajos para la comuna. Estos individuos desde hace un tiempo a esta parte hacen sus andanzas por instituciones, entre las que se cuenta el club y el centro de jubilados, buscan cualquier excusa para provocar pendencias sin respetar siquiera a las personas mayores. En el caso particular del club, está a la vista que el intendente está mandando sus secuaces para provocar a todo cuanto concurrente no sea de la banda oficial.
A los mismos se los escucha lanzar sus críticas en baja voz a la supuesta inoperancia del cantinero, a quién le apuntan con mayor firmeza porque tienen esperanzas de quedarse con la cantina ante un asalto de la tropa oficialista a nuestro club.
No se trata de hacer la defensa de un particular que hace su comercio en el club porque cada cual debe defenderse por sus medios. Lo que se lee es que los mismos que están mal enseñados en realizar todo tipo de desmanes son los laderos del intendente que están interesados en tener para sí la explotación del negocio dentro de las instalaciones del club.
Por otra parte, sólo hace falta recordar la deplorable presidencia de Vásquez en el club; lo dejó en bancarrota, abandonado por completo; se dio el lujo de dilapidar todo el capital humano, los planteles de fútbol que eran propiedad del club por un simple capricho; allí había un trabajo de muchos años de varias camadas de dirigentes que invirtieron mucho esfuerzo por dejar un patrimonio futbolístico que era propiedad de la institución.
Más allá de su pésima gestión en el club años atrás, hay que recordar lo que ha sido la atención del deporte por parte de la actual administración municipal. ¡Un desastre! En esa materia en siete años han hecho lo que se llama ¡NADA!
Siempre hubo una excusa. Siempre la chicana para negar apoyo. Si no era por la cara del presidente, era porque el secretario no lo adulaba, o porque el DT no lo saludaba, o porque el tesorero era radical; siempre un motivo para ignorar al club.
Curiosamente ahora ha largado a alguno de sus laderos para hacer correr la voz que va a ayudar al club, pero con un: siempre y cuando… apoyen sus ocurrencias. Sus ocurrencias no son otras que las de “meter la cuchara” dentro de un institución privada para utilizarla para sus propios fines, para meter la política sin respetar a nadie, incluso, como ya hemos podido comprobar, intentando manipular documentación y socios para llevar adelante sus intenciones que ya han sido descubiertas.
Es lamentable que para ello se presten algunos socios, más que nada quién por estos días ocupa el cargo de Presidente, me refiero a Cavallo, alias “La Bruja”. Digo ocupa pero en realidad debería decir: usurpa, porque ese mandato hace mucho tiempo está vencido.

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