A falta de problemas oficiales se agrega ahora uno más propio de telenovela mexicana que de nuestra comuna.
El intendente BB está intratable desde hace unos días y allegados nos han mantenido informado sobre sus gritos destemplados y las amenazas que reciben los incautos que se le cruzan por el camino.
Nos habían mandado varios correos acerca de las relaciones presidenciales, desde que tuvo un violento altercado con una allegada que había tenido la osadía de irse a bailar con su marido, sin sacar el correspondiente ‘permiso de salida’; aquella discusión de fines de año tuvo un cierre ardiente durante una media hora entre sollozos y suaves quejidos.
Pero las cosas empeoraron al poco tiempo y ahora los celos ya se hacen insoportables, máxime cuando habrían sobradas razones para enervar los sinceros impulsos del corazón.
Es que ya ha comprobado nuestro burgomaestre que el afán por trepar no tiene límites y para lograr el objetivo se termina no haciéndole cara de asco a nada. Le habían pasado al oído un desagradable informe y ahora – según noticias que nos llegan por mail – las cosas se han empeorado porque ya habría comprobado que le ‘está sacando a pedalear la bicicleta’ alguien muy cercano y eso lo pone muy mal de ánimo.
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