jueves, 21 de febrero de 2013

LOS CAPRICHOS DE NUESTRO INTENDENTE SON MUY CAROS

EL PUEBLO TERMINA PAGANDO
LOS PLEITOS AJENOS
Cuando removieron a la cajera que hacía años venía cumpliendo sus tareas en la municipalidad local, todos pensaron que ese lugar sería ocupado por otro empleado o empleada de los que prestan servicios en la comuna.
Aquella remoción se produjo a raíz de un enojo del intendente con la empleada Zulma Fontana quien le hizo llamar la atención por medio del Tesorero Ramallo debido a actitudes indecorosas en el despacho presidencial que se tornaban lesivas a la moral y buenas costumbres que deben reinar en toda oficina pública.
El lugar quedó vacío cuando la citada empleada fue sancionada con un traslado intempestivo al Juzgado de Faltas, en una medida que se consideró arbitraria y que va camino a transformarse en un juicio contencioso administrativo que terminará pagando don Juan Pueblo, como tantos otros ocurridos tiempo antes.
Ya dijimos ayer y lo reiteramos porque es realmente indignante que – mientras el personal temporario hace años lucha por ser reconocido como empleados de carrera sea contratado y en planta permanente – el lugar dejado por Zulma Fontana sea cubierto por el hijo de un militante común que tiene por mérito comprobar que ‘hay bar’ en San Benito.
Derecho de trabajar tiene todo el mundo, pero en este caso se trata de una carga al presupuesto municipal sencillamente para saciar los caprichos de intendente BB.
Estamos en contra de esta designación por ese motivo, máxime cuando en las últimas sesiones del H. Concejo Deliberante se esgrimió desde el oficialismo el argumento de la ‘falta de presupuesto’ para cubrir vacantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario