sábado, 11 de septiembre de 2010

COMENTARIOS DE ENTRECASA

LE DAMOS LA ABSOLUTA RAZÓN
A NUESTRO INTENDENTE
Hay que reconocer la verdad, cueste lo que cueste. Por ello es que tenemos que reconocer que nuestro intendente Ángel Vásquez en algunas cosas tiene absoluta razón y es justo que lo hagamos notar, porque también lo hacemos cuando se equivoca y eso es honrar la verdad.
Tenemos que darle la razón respecto a que el Nibita González anda a pata, no tiene ni una bicicleta, se mueve en colectivo con boleto obrero, cava tierra en su quinta, entre otras condiciones que lo califican como un ciudadano común (lo que no significa que sea vulgar), demasiado común para el gusto de algunos.
Pero también esas alusiones hacia mi persona que hace cuando tiene la oportunidad en su propia radio (que se mantiene con el apoyo de las pautas oficiales de la municipalidad), merecen que las complemente, aunque no sea mi estilo dedicar párrafos hacia mi persona en particular.
Se impone reconocer también que fui un administrador público durante diez años en nuestra localidad y en esa etapa cometí muchos errores, alguno de ellos sirvió para que no calificara lo suficiente en 1999 ante la opinión pública, cuando resulté electo como Vocal de la Junta de Fomento.
Pero, precisamente, sobre este particular fui el único intendente de Entre Ríos que aceptó la imposición de la Ley de 1934 y me sometí a la N° 3001, abandonando el cargo de funcionario público para someterme a la justicia de donde salí “Libre de Culpa y Cargo”. Otros intendentes que fueron procesados en nuestra democracia, con mil argucias legales y el apoyo del gobierno provincial, se negaron a cumplir con el mandato de la ley, incluso lograron modificarla para permitir la continuidad en el cargo, como le pasó a Ud. - ¿No se habrá olvidado que estuvo procesado por un delito público y gracias al ex gobernador Busti y sus legisladores se salvó?
Y claro que Ud. no lo va a decir, por eso voy a auto adularme recordándole que también en diez años logré algunas conquistas para el pueblo de San Benito; muchas están todavía, otras se fueron con el tiempo.
De una cosa puedo honrarme al decirlo: salí por mis propios errores del municipio (aún cuando podía haber mandado al frente a mis funcionarios), pero lo hice como entré, con la salvedad que en diez años pude arreglar mínimamente parte de mi casa como lo hace cualquier trabajador.
Automóvil tuve, un Galaxy 1994; lo pagaba en cuotas y cuando salí del municipio no pude pagarlo más y lo tuve que entregar a la concesionaria.
Tuve un antiguo camión con el que trabajé con mis hijos comprando leña en el monte y vendiéndola en la ciudad para poder sobrevivir después que salí del municipio. Si para Ud. eso es denigrante o vergonzoso, para mí y para otros tantos ciudadanos honestos no lo es. Po el contrario, me siento satisfecho de haber salido sin nada de la municipalidad.
Allá los que creen en su ignorancia que el status lo da un auto nuevo y un reloj pulsera de oro. Es muy sencillo: Yo no lo tengo porque no puedo comprarlo. Y si pudiera, pensaría bien si es una prioridad para mí.
Al respecto, recuerdo a un amigo que siempre me decía: “fijate bien cuando “un croto” agarra unos mangos: cambia la mujer, se compra un auto nuevo y un buen pingo parejero ”…créame que me acuerdo de Ud. desde cuando vivía en una carpa a la entrada de Viale, en ese tiempo en que tuvo que abandonar su pueblo por que era un vulgar chorro de barrio, que le robaba a sus propios vecinos, lo que figura en la primer página de su denso prontuario (el que tuve oportunidad de ver y del que no puedo hablar para honrar la palabra empeñada)
También me siento halagado cuando Ud. intendente pretende degradarme porque cavo tierra y hago quinta en el fondo de mi casa, porque es lo que hicieron hombres muchísimo más importantes que Ud. y que yo, como lo hizo San Martín en Gran Bourg, Rosas en Southampton, Artigas en los suburbios de Asunción. A los años descubrí que es un hermosa terapia; y si lo debo hacer porque soy un simple asalariado no me siento indigno por ello.
Ahora bien, ¿Ud. realmente cree que el objetivo a vencer soy yo? ¿me tiene miedo aún sin ser candidato a nada?
Créame que prefiero cavar tierra todas las tardes antes que entrar al ruedo de la política porque ya estuve, hice lo que pude, cumplí un ciclo y ya es suficiente para mí.
REFRESQUE LA MEMORIA, INTENDENTE:
ESTE ES SU CERTIFICADO DE BUENA CONDUCTA

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