miércoles, 7 de julio de 2010

CAPITAL DE PARTAMENTAL DEL CARNAVAL

UNA BUENA FORMA DE PROMOCIONAR

La copia es elocuente y hecha por tierra algunas apreciaciones realizadas por foráneos arribados a nuestra ciudad en los últimos tiempos, de la mano de los políticos de turno. El comentario periodístico de febrero de 1994, hace 17 años, deja en descubierto la falsedad de los encargados de ningunear el pasado.
Felizmente, nuestras inquietudes por la gráfica y la historia nos permiten guardar muchas vistas y documentos sobre nuestro pasado.
Cuando se mira a los corsos puntualmente como una fiesta vulgar y se omite el análisis de los mismos como una actividad integral se cae en un error. Este tipo de actividades, la organización de fiestas, eventos, como lo fueron también la “Fiesta del Ladrillero”, la “Fiesta Anual del Deporte”, y otras que se agregaban desde las demás instituciones, como el “Día del Agricultor”, “Fiestas Patronales”, “Aniversario Scout”, “Día del Jubilado”, etc. formaban un calendario muy importante, que era convocante, incentivaba la participación ciudadana y generaba recursos para todos, incluso para el comercio de manera indirecta. Tal es así que fue necesario en algún momento consensuar entre todas las instituciones la realización de una agenda anual para que no se superpongan estas actividades. Hay que recordar en ese contexto que por el año 1985 se formó para ello el Concejo “Paz y Progreso”, que llegó a tener un escenario propio que todos utilizaban.
Los Corsos de la Capital Departamental del Carnaval, como se llamaba a esta plaza, fueron la máxima expresión en cuanto a la convocatoria. Llegaban desde muchos puntos del país ex sanbenitenses que encontraban la oportunidad para regresar a su terruño, abrazarse a sus seres queridos y ver un espectáculo extraordinario. Pero llegaban también otros visitantes de todos lados a conocer nuestra capacidad organizativa y a disfrutar del carnaval.
¿Se invertía dinero público? Sí. Había una inversión, como la que se dio para ponerle piso de madera a la cancha de fútbol, o como la publicidad que se contrataba a través de la Comisión ad hoc.
Se sostenía el concepto de la promoción, hacer conocer que el pueblo existía, para incentivar el crecimiento de la localidad, que efectivamente se dio. Para ello se contaba con recursos genuinos como la eran los que generaba el pleno funcionamiento de la fábrica de ladrillos, que también se aprovechaba a promocionar en esos eventos.
No vamos a inventar lo que significa la buena publicidad, pero en 1994 comprobamos que a través de una promotora de moda en ese momento, “Bustamante Promociones”, se logró el objetivo buscado.
¿Qué pasó después? Llegaron otros administradores, en 1995 se le dieron los corsos a un publicista de Paraná y el mismo fracasó. Fracasó por el frío de aquella noche de febrero y también porque se encargó un grupo de “contras”, encabezado por Oscar Acosta, de convencer al Intendente de Paraná  Julio Solanas para que ofreciera un espectáculo gratis la misma noche. Y así fue, trajeron al Parque Urquiza a Sergio Denis gratis para todo el mundo y adiós corsos de San Benito. ¡Nunca más!


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