SACARON EL QUINI SEIS EN C. AVELLANEDA

LES REGALARON MAYORES NECESIDADES

Para agosto se estaría realizando el sorteo de las seiscientas discutidas viviendas que se construyeron en Colonia Avellaneda, lo que significa que antes de fin de año arribarán a la vecina localidad unos 2.400 nuevos habitantes, que casi duplicarán la población con unas 600 familias desarraigadas de su lugar de origen.
Esto implica un fenómeno social que hará eclosión al primer reclamo de solución para una batería de necesidades que se plantearán de inmediato. Los nuevos habitantes vendrán con todas sus virtudes y vicios a un lugar desconocido, con costumbres distintas, habituados la mayoría de ellos a vivir en la ciudad y con muchas necesidades.
No hace falta mayor análisis acerca de lo que se vivirá, cuando se sabe que en estas casas se estarán pagando muchos favores “a la militancia”, a hijos y entenados, que llegarán con la pretensión de seguir ordeñando del estado lo que no pueden lograr por sus propios medios.
La comuna local quedará pequeña para atender la gran demanda que generará la nueva población en materia social y de salud, principalmente, pero también se modificará la prestación de seguridad, se duplicará la demanda en educación, servicios, etc.
El conjunto de nuevas demandas superará la capacidad de respuesta y puede generar una situación conflictiva en poco tiempo. Habrá que ver cual es la capacidad del intendente para resolver los planteos, sobre todo en la faz social, cuando conocemos que no es su principal virtud la preocupación por atender las cuestiones sociales.
Dellizotti nació radical, fue radical y actúa al impulso de sus genes radicales. Pasarse al peronismo, por conveniencia personal, no significa ser intérprete del folclore peronista y esto le puede costar caro ahora que tendrá que demostrar en el terreno si está preparado para la contingencia.
Deberá jugar siempre a dos frentes; deberá compatibilizar dos frentes; deberá amalgamar dos frentes. ¡Toda una tarea!. Porque Colonia Avellaneda por bastante tiempo tendrá dos niveles, dos sectores, dos idiosincrasias, la tradicional, la de siempre y la del nuevo barrio IAPV. Habrá que ver la adaptación que se de ante este nuevo marco por parte de la población actual.
Creo que la mesura, el tacto, la serenidad serán indispensables para salir ileso del nuevo desafío al que se someterá la administración municipal de Colonia Avellaneda.