jueves, 19 de julio de 2012

LA HISTORIA DE LA BASE AÉREA DE PARANÁ

Para Conocer la Historia Regional
Por Aníbal González Comas
Parte 14
PRIMER ACCIDENTE AÉREO FATAL EN PARANÁ
La primera desgracia que hubo que lamentar en la unidad militar, mientras todavía se denominaba Grupo N° 3 de Observación, ocurrió el sábado 14 de enero de 1928, perdiendo la vida dos jóvenes militares. Aquella noticia conmocionó la ciudad, siendo comentado animadamente por la inmensa mayoría de los ciudadanos. La prensa fue bastante sensacionalista, calificando al accidente ocurrido en la localidad de Aldea Spazenkutter (Colonia de inmigrantes alemanes del Volga), del Departamento Diamante, como “la venganza del Eolo”. Aquella localidad entonces “ha sido el lugar donde han rendido tributo al deber dos soldados cuya entereza honra al valiente cuerpo al que pertenecen”.
El aparato Bristol “Fighter” F 2B N° 28, siendo las 9:50 horas volaba normalmente piloteado por el teniente 1° Efraín Rivero Olarzábal, quién llevaba de acompañante al sargento 1° Juan Gil Valdez, pero al efectuar una maniobra a muy escasa altura tuvo un vuelco sobre el ala izquierda. “La gravedad de la situación no parece haber amedrentado al piloto, por cuanto la maniobra que efectuó fue un último recurso de volver el aparato a su normalidad, con tal mala fortuna, que rápidamente se desplomó contra el suelo. A consecuencia de la caída, el aparato quedó completamente destrozado, falleciendo los ocupantes”. Luego, las primeras pericias realizadas en el su ario que se instruyó, determinaron que el accidente se debió a la pérdida de velocidad.
Un testigo presencial, relató los pormenores del accidente aéreo de esta manera:
“- Me hallaba –comienza nuestro informante – a unos doscientos metros del lugar donde ocurrió el accidente, cuando vi venir volando en dirección a Diamante un aeroplano. Su vuelo era normal. De pronto me llamó la atención la maniobra que efectuaba, que bien pronto me dio la impresión de la catástrofe. El aeroplano, después de efectuar un viraje sobre el ala izquierda se vino de punta hacia la tierra. La caída daba la impresión de que se iba a realizar la prueba llamada “looping the loop”, pero desgraciadamente no fue así.
Rápidamente, ante la realidad de la tragedia – continúa – corrí hacia el lugar donde había caído el aparato. Este se hallaba semi clavado en la tierra, quedando luego horizontal.
El espectáculo que se ofreció a mi vista es doloroso describir. Sentados en sus respectivos sitios se hallaban los infaustos pilotos. EL sargento Gil Valdez había muerte instantáneamente, no así el teniente 1º Rivero Olarzábal, que tenía la cabeza apoyada sobre el hombro izquierdo. Levantando luego la mano derecha e inclinando la cabeza hacia ese lado expiró.
El sargento presentaba heridas en el parietal derecho y los miembros inferiores completamente destrozados, siendo idéntico el estado del teniente 1º.
Terminó nuestro relator diciendo que rápidamente se prestaron toda clase de servicios a las autoridades militares que llegaron al lugar del accidente”. Se puede deducir que aquello de “looping the loop” corría por cuenta el exaltado cronista.
Enterados del accidente ocurrido se trasladaron al lugar del hecho con una ambulancia el capitán Yódice junto con el Dr. Ovidio…, los que constataron la gravedad del suceso. Los restos de los malogrados aviadores se trasladaron primero al pueblito cercano y posteriormente a Paraná.

No hay comentarios:

Publicar un comentario