HACE UN TIEMPO ANUNCIAMOS QUE SE VENIAN CAMBIOS
Desde que se produjo el encadenamiento de una empleada en las puertas de la comuna (algo que dejó mal parado ante la opinión pública al sustituto BB que terminó llorando por los micrófonos de un medio de Paraná cuando le ganó la pulseada el Presidente del Concejo) el intendente se quedó con la ‘pica’ y prometió desquitarse cuando las aguas se aquietasen.
Pusieron en la mira a varias administrativas de carrera y una de ellas fue Zulma Fontana la que había insinuado que denunciaría una acción intimidatoria realizada por el propio jefe comunal que le faltó el respeto de manera escandalosa. Esta empleada estaba por hacer la denuncia pertinente, lo que al final no se pudo confirmar. Si no se hizo es una lástima porque hubiera servido para esta instancia en la que ocurre otro atropello.
En efecto, esta empleada ya fue derivada al edificio de calle Garavaso y Friuli, donde funciona el Juzgado de Faltas – anexo sección ‘matienzo y bizcochera mañanera’ de los inspectores - donde le asignaron un cubículo para que vegete de aquí en más.
El confinamiento se produce como represalia y esto ya se venía comentado en los pasillos; no es la única movida de piso, sino que son otras las novedades que sobrevendrán al receso de fin de año. La movida ha sido aprovechada por algunos allegados al entorno que ya tienen prometido un lugar aprovechando las vacantes generadas en el presupuesto recientemente sancionado por mayoría.
Dicen algunos que una novia con coronita se ubicará en el lugar que dejó Zulma Fontana.
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