jueves, 5 de abril de 2012

LAS CACEROLAS ESTÁN AL ACECHO. EL HUMOR CASÍ AL ESTALLAR.

 Diario El País de España acusa a Cristina de populista y patrioterista

Mientras la malvinera Kristina empalaga con un falso patriotismo, los ciudadanos, nosotros, los que penamos por llegar a fin de mes, los que vamos al supermercado y nos cagan a cachetazos con el aumento de precios en casi todos los productos, cuando vamos a la carnicería y nos dicen que el precio de la carne es más alto por estamos comiendo las terneras de exportación, cuando después de muchos años volvimos a secar al sol la yerba usada, estamos a punto de reaccionar.
Una chispa, sólo una chispa está faltando.
Otra Semana Santa más y el recuerdo de que la “casa está en orden”. ¿La casa está en orden?..
¡de acá!
En la editorial que adosamos nos los dicen los ‘gaitas’: ¡la economía argentina ha fracasado!!!...si no cambian el rumbo se va todo al carajo!    

"POR MAL CAMINO", UN DURO EDITORIAL.
Hay muchas razones para suponer que Cristina Fernández de Kirchner y su Gobierno están intentando esconder el fracaso de su gestión económica detrás de una fachada de nacionalismo. La economía argentina está al borde del colapsoy, en esta hora de frustración, la presidenta ha optado por escudarse en las viejas concignas patrióticas ("roban nuestras materias primas, se llevan nuestras riquezas") que inflaman la retórica política del país desde la aparición del peronismo.
Un buen ejemplo de esta deriva política fue eldiscurso que ayer pronunció en la Tierra del Fuego, conmemorativo de la guerra de las Malvinas, en la que apeló al diálogo, pero también al sentimentalismo, en el conflicto diplomático con Reino Unido a cuenta de la guerra de la guerra de 1982 y la esperanza de acceder al petróleo descubierto en las costas de las islas.
Argentina corre el riesgo de una ruina a corto plazo. Y la exaltación patriótica es un mal camino. Hoy, los inversores extranjeros en Argentina operan bajo una amenaza permanente de exacción o nacionalización.  Este es caso de YPF, el grupo petrolero participado mayoritariamente por Repsol, al que se le stán retirando arbitrariamente permisos de explotación en las provincias argentinas y sobre el que pende en los últimos meses un decreto de nacionalización. No hay ninguna razón para nacionalizar YPF. Pero sucede que el Gobierno ha sido incapaz de aplicar una política demoderación del consumo y tampoco ha gestionado bien su producción nacional de productos energéticos.
El resultado  de una demanda creciente, en una producción cada vez menor y unos precios disparados que pesan sobre los consumidores. Kirchner y sus ministros han intentado que las compañías extranjeras importen gas y lo vendan en Argentina con pérdidas. Quienes se han negado serán castigados con la nacionalización. El Gobierno de Buenos Airesestá dispuesto a pasar por encima de contratos, conceciones y cualquieridea de seguridad jurídica que pueda atraer en el futuro a la inversión extranjera.
El discurso populista, las amenazas de nacionalización (que, además, deterioran la cotización de YPF) y el recurso constante a la presión sobre los capitales extranjeros son razones suficientes para que la comunidad internacional retire su confianza en la estabilidad regulatoria argentina. No es propio de un país del G 20 suprimir conceciones de explotación a una empresa extranjera sin ofrecer argumento alguno para ello o amagat con la nacionalización para satisfacer el chovinismo exaltado de los gobernadores de las provincias.
Obama ha anunciado que suspenderá las preferencias comerciales de que gozaba Argentina; la Unión Europea, Estados Unidos, Japón,México y otros 10 países han denunciado ante la Organización Mundial de Comercio las polítíca proteccionistas de Argentina. La señora Kirchner tiene un problema con la economía de su país, con su política energética y con su balanza de pagos. Si quiere solucionarlos con patrioterismo económico, comete un grave error".


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