LOS
MERCENARIOS SE QUIEREN RECICLAR
El
pasado jueves se llevó a cabo una reducida reunión política en el recuperado
reducto de calle Libertad al 1100, donde no hace mucho tiempo secuestrara la
policía un arsenal de guerra, en armas y municiones, que habrían pertenecido al
viejo Vásquez.
La
reunión estuvo enmarcada en una programada contraofensiva política urdida desde
el oficialismo local ante la paupérrima gestión municipal que lleva adelante “Angelito
el Pistolero”, que se ha visto degrada al extremo a partir de estar pesando
sobre su cabeza una denuncia penal por abuso y amenazas con arma de guerra a un
obrero de Crespo.
El
desgaste notorio al que se expuesto el kichnerismo de San Benito los ha
obligado a reprogramar las acciones políticas y a convocar al redilo disperso
que anduviera probando otras alternativas políticas en la acción mercenaria de
aquellos que piensan en política como única ecuación para acomodarse.
No
es una novedad esta afirmación ya que es tan vieja como la misma política
nuestra que vemos atónitos todos los días por los medios masivos, desde la
información que baja desde Buenos Aires con la extraordinaria corrupción
instalada en el poder.
Aquí
guarda algo de relación también esa realidad que nos abofetea a los argentinos,
aunque la motivación va de la mano más
bien con los últimos acontecimientos que son de público conocimiento que
comprometen al intendente Vásquez BB.
La
reunión realizada en el “Bar de Rocha” – como muchos equivocadamente aluden al
lugar – tuvo unos pocos asistentes y contó con la presencia de Vásquez Pá, que
tuvo cara para convocar a reunión a militantes rasos como Lucilo Dimier y Miguel
Fernández, los que pueden aportar para la causa más mangazos que adherentes, y a
un conocido ‘turco apretador’, como para arengar a los asistentes con que se
alinearán en un “frente duro” que tendrá una misión programada con acciones
tendientes promover enfrentamientos, ajustes de cuentas, aprietes, amenazas y
acciones comando como para apuntalar ese reagrupamiento con una especie de “cosa
nostra” a la criolla.
No
convencen mucho los convocados para llevar adelante el proyecto del viejo
Vásquez, toda vez que no convocaron ni convocan siquiera a sus familiares
directos.
Pero
la reunión se hizo y fue Rocha el que se encargó de la comunicación con
distintos medios para hacer conocer el pequeño cónclave, a lo que no faltó su
conocida jactancia cuando afirmó:
-
Yo
lo puse intendente a Acosta, a Vásquez, al hijo y ahora voy a poner el que
viene!!!
-
Tomá
pa' vó –
dijera nuestro conocido filósofo Seberniche.
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