EL OFICIALISMO HACE LO IMPOSIBLE POR DIVIDIRSE

EN EL MUNICIPIO DE SAN  BENITO SE PELEAN POR 'PELOTUDECES'

En el gobierno municipal se busca los medios para salir del pantano en el que lo ha metido el propio intendente con sus chiquilinerías que no guardan relación con la responsabilidad conferida por el voto popular acudiendo a los operativos de prensa que creen les darán resultados.

Sin embargo, sus funcionarios están enfrascados en una lucha interna que comenzó hace un tiempo, pero que se agravó de tal manera que ya es preocupante para el gobierno provincial, mejor dicho, para la conducción política del oficialismo entrerriano.

Estamos a poco más de dos meses de la primera compulsa electoral con las P.A.S.O. y en nuestra ciudad, desde la conducción política oficialista que comanda el imputado provincial Rubén Ángel Vászquez Pá, están haciendo lo imposible por quebrar definitivamente al justicialismo, circunscribiendo sus adherentes sólo entre los vasquistas, dejando de lado hasta los propios

Militantes que tienen sus simpatías con el gobernador, aunque disientan en algunos temas de actualidad con el gobierno nacional.

Hay muchos que ven al gobernador Urribarri, más allá de su actuación específica, como un conductor político con un estilo propio que difiere de los que estuvieron en el pasado, ya que generalmente estuvo lejos del ataque permanente a los no piensan como él lo que terminó beneficiándolo en términos políticos. Urribarri – por ejemplo - dejó de ser el empecinado enemigo para la mayoría de los bustistas, algo impensado dos años atrás.

Esto ocurre en otras partes de la provincia porque aquí en San Benito y su zona de influencia se ha contado con un operador inepto que para mantenerse en ‘el candelero’ tuvo que apelar siempre al ataque insultante sus supuestos rivales políticos a través de los medios a los que pudo acceder.

Este perfil pudo haberle dado resultados positivos en otros tiempos, pero el desgasta político existe también para él y la prueba es el rechazo generalizado que inspira entre la generalidad de la población, salvo aquellos que viven o se benefician del paraguas protector del tesoro municipal.

Esto se refleja en el pulso de la opinión pública y las voces de rechazo son cada vez más elevadas, algo que deberá neutralizar de alguna manera la conducción política, porque de lo contrario se estará preparando el terreno para el cultivo de otros partidos que estarán atentos para los heridos que van quedando en el camino.