Uno de los más firmes y consecuentes (por no decir obsecuentes) seguidores de Ángel Vásquez ha quedado nuevamente en el camino, a la espera de mejores tiempos.
Carlos Alberto Rocha se puede decir, sin temor a equivocarse, que fue el inventor de un ignoto Ángel Vásquez que cuando llegó a San Benito vivía en una carpa en Marizza a escasos metros de Friuli y fue aquel quien le brindó apoyo, le prestó colaboración y supo mantenerle un fiado por tiempo indeterminado cuando era propietario de un conocido bar en Friuli y (cercano a calle Ramírez) de nuestra ciudad.
Supo en el tiempo jugar de lleno para cubrirle algunas acciones ‘non sanctas’ que llegaron a la justicia y luego se constituyó en uno de los pilares que sostuvieron el andamiaje que lo llevó Vásquez a la política auspiciando al Turco Menen y luego a la candidatura a intendente de San Benito.
Así nació políticamente Vásquez. No vamos a decir que Rocha es su inventor, pero sí que fue un ladero inseparable cuando estaban en el llano y puso todo de sí para que llegara a la meta en las elecciones de 2003.
Pasó el primer período y la promesa quedó en pie. Había que esperar una oportunidad y Rocha lo hizo, convencido que en 2007 sería la suya. Tampoco ocurrió nada.
Ahora, con las listas presentadas en la Justicia Electoral Carlos Rocha se ha desayunado que tampoco lo tuvieron en cuenta. Allá ‘Papacho’ en Paraná (el heroico ‘senador’ de circunstancias); aquí ‘Carlos Alberto’ el frustrado militante que deberá guardar en el ropero sus proyectos hasta nuevo aviso.
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