La máscara facial del gobernador de San Fe Hermes Binner se ha corrido en la tarde del martes cuando delató el verdadero motivo por el cual no acompañó a Ricardo Alfonsín en la fórmula con la excusa de no compartir ‘ideológicamente’ con el colombiano De Narváez. Es que ayer se pudo corroborar que Binner está detrás de juna proclamación como candidato presidencial por un Frente Progresista Nacional a partir del congreso que hará el socialismo el sábado que viene.
En realidad, lo que esperaba Binner era un guiño del oficialismo ya que tenía dudas sobre la reacción que tendrían en el poder. Cualquier adversidad pondría en peligro su gobierno que ya tiene encendida la luz amarilla desde su organización interna con los radicales que hacen declaraciones públicas que no terminar de ocultar la bronca interior que recién comienza a entrar en ebullición.
La señales son muy favorables dado que el gobierno nacional no esperaba el primer revés reflejado en las mediciones de estos días por los remesones que provoca el caso Schoklender que recién comienza; saben también que es el primer eslabón de una cadena de sucesos programados desde el ‘establisment’ por un lado y desde el duhaldismo por el otro.
Se viene una seguidilla de sucesos que incluyen a Moyano y a altos funcionarios nacionales (es lo que comentan editorialistas desde Buenos Aires). Kris no en vano está demorando su decisión de ir por la reelección, ya que sabe mejor que nadie que el futuro no es tan favorable como lo pintan desde la publicidad oficial y desde su ‘periodismo militante’.
Divide y reinarás no es un adagio en vano y lo saben en el gobierno nacional, por ello una postulación de Binner viene como anillo al dedo para neutralizar cualquier sofocón de último momento que pueda poner en peligro la meta de ganar sí o sí en primera vuelta.
Lo que seguramente se oficializará el sábado por la tarde terminará siendo totalmente favorable al gobierno ya que se llevará una franja de votantes vital para las aspiraciones de Alfonsín quien, hoy por hoy, es el que tiene mejores posibilidades de preocupar al oficialismo.
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