SIGUE COSECHANDO ADHESIONES
A falta de problemas en San Benito, como por ejemplo la mugre que hay en la vía pública, el deficitario servicio de recolección, la falta cloacas que según él se inauguraron en 2005, la falta de mantenimiento de las calles, el abandono de los parques y paseos, el desmantelamiento de la fábrica de ladrillos, la insalubre disposición de los residuos domiciliarios, las viviendas IAPV “pasadas por agua”, la inactividad del Asilo de Ancianos “ (que nunca llegó a funcionar pese a inaugurarlo dos veces) y otro rosario de falencias, nuestro intendente Ángel Vásquez se quiere comparar, o quiere debatir de igual igual nada menos que con el intendente de la capital provincial Dr. José C. Halle.
A Ángel Vásquez “Le queda grande el saco”. Primero porque le faltan muchos kilómetros de rodaje político y porque en los pocos que tiene no ha aprendido que el silencio es el mejor consejero en muchísimos casos.
En segundo lugar porque la vecinal más chica de la ciudad de Paraná es más grande que todo San Benito; aunque no se trate de una cuestión cuantitativa, a la hora del análisis político o electoral, si miramos el padrón de electores de nuestro pueblo, alrededor de cinco mil, quedamos demasiado chicos para darnos el lujo de salir a discutir públicamente con instituciones de otra dimensión.
Mucho menos entidad tienen las declaraciones de nuestro intendente Vásquez cuando se acuerda de los tristemente célebres alcahuetes y voceros de los Kirchner, Agustín Rossi y Ángel Pichetto, como paladines del nuevo federalismo de pantalones bajos, olvidándose de nombrar a los socios que tienen entre bambalinas, como a los D’Elía, los Pérsico, los Moreno, Etc.
Por último y si se tratara de haber leído a Perón e interpretar sus mensajes, sin ser peronista creo recordar una frase del General: “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”. Y me parece acordarme de un poquito más:
“Cada uno dentro del movimiento tiene una misión. La mía es la más ingrata de todas, me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando en cuando. En política, todos tienen que tragar un poco el sapo.
Pero yo hago aquí de padre eterno, bendigo 'urbi et orbi'. ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es la de aglutinar al mayor número posible. Porque la política tiene esa técnica: acumular la mayor cantidad de gente proclive o pensante, hacia los objetivos que se persiguen. Todo el que piensa o sienta así debe estar. Ahora, dentro de eso hay distintas posiciones. A mí se me presentan todos los días y me dicen: 'Estos son los traidores' y vienen otros y me dicen 'Los traidores son los otros'. Y yo siempre les digo lo mismo, porque todos lo que vienen me dicen '¡Pero nosotros tenemos razón!' y yo les digo 'Tal vez, pero yo no soy juez, no estoy para darles la razón. Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos'. Porque si quiero llevar sólo a los buenos me voy a quedar con muy poquitos”.
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