HORNO DE LADRILLOS
Varios adjudicatarios pusieron el grito en el cielo ya que confirmaron que no se trataba de una creciente extraordinaria sino que era una deficiencia crónica que arrancaba desde la misma planificación de estas construcciones, ya que se sabía desde siempre que se estaban haciendo en un lugar inundable.
En su momento la Secretaria de Hacienda, a cargo de la Secretaría Municipal, Contadora Mirta Lago, fue quién certificó el documento público mediante el cual la municipalidad local declaraba habitable ese espacio físico que había sido utilizado para depósito de materiales para la mezcla de la tierra para hacer adobes, comúnmente llamada “liga”.
Ahora se reitera la polémica ya que tras la última creciente, se dio el blá, blá de oficialismo para distraer una vez más a los adjudicatarios que llegaron allí con la ilusión de solucionar definitivamente su problema de vivienda, pero que a poco tiempo se encontraron en una casa que cada tanto se inunda hasta un metro por encima del nivel de piso.
En la última ocasión se dijo desde la municipalidad y desde el área del IAPV que el problema tendría una solución integral. Nosotros nos hicimos eco de esa decisión y celebramos la decisión de dar la solución definitiva.
Pero nada de ello ocurrió. Ni los inspectores notificaron a las autoridades que la mugre que hay en ese sector es altamente contaminante a la hora de cualquier crecida del arroyo, ni encontraron la solución práctica. Dijeron que harían un murallón pero, cuando hicieron números se encontraron con que hacen falta unos 900 mil pesos para esos trabajos y la idea se canceló hasta nuevo aviso.
Nosotros somos reiterativos pero esto debe tener un corte en esta gestión municipal.
En nuestro criterio a los adjudicatarios se les debe entregar una casa en condiciones de habitabilidad.
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