LA REPERCUSIÓN DE LAS PALABRAS DEL CURA TOVAR DESDE LA IGLESIA

USÓ EL PÚLPITO PARA LOS RITOS ECLESIALES...
COMO TRIBUNA SECTARIA PARA DIVIDIRNOS MÁS!!!
AQUÍ EN SAN BENITO:
¡SÍII... HAY OLOR A CACA DE OVEJA!

Lo ocurrido el domingo pasado en nuestra iglesia excede lo sagrado, lo litúrgico, lo dogmático de aquellos que creen en el perdón semanal de manos de quienes se nos presentan como representantes del poder omnipotente del arquitecto universal.
Y por exceder ese límite lógico de todo templo destinado al culto religioso es que desde SAN BENITO AHORA nos atrevemos a opinar sobre lo que se comenta ya en todas las esquinas de nuestra ciudad.
Fue cuando el cura Leonardo Tovar se presentó ante todos los feligreses que participaron de la misa y se sacó las románicas vestimentas del rito, para dirigir una andanada de palabras de grueso calibre hacia una persona en particular que - para colmo - no estaba presente en el lugar.
La cobarde agresión de la que fue objeto Ubaldo Pellarini - hacia quien se refirió Tovar en la parroquia local - no tiene justificativo alguno por la forma y oportunidad en que fue provocada, por lo tanto la rechazamos desde todo punto de vista, la deploramos por ser parte de un plan extemporáneo fomentado por terceras personas que usan de escudo las limitadas facultades del 'pastor de turno' para desatar un interna furibunda y perniciosa, que no se compadece con los mensajes enviados por el flamante Papa Francisco desde su consagración y revindicamos la labor de una institución que amerita como pergamino, entre otras tantas cosas, una continuidad de actividades desde el 21 de marzo de 1964 a la fecha. ¡Y eso no es poca cosa como para que un cura de utilería y foráneo venga a condenar en un enjuiciamiento público a nuestro vecino y dirigente U. Pellarini, sin más toga y birrete que su óptica parcial y tendenciosa!
Si Pellarini es dueño o no del pueblo, como "otros cuatro o cinco" - como afirmó el cura Tovar - no nos consta, mucho menos podemos avalar que esa aseveración sea veraz; si el problema puntual nace de la tenencia de un predio y un inmueble ubicado en pertenencias del Arzobispado de Paraná por parte del Grupo Scout de nuestra ciudad no justifica que se quiera resolver con una agresión personal gratuita, cuando de lo que se trata es de zanjar el diferendo en función de las leyes vigentes y... ¡punto!
Para eso no hay nada más que asumir que le debemos dar "a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César!
¿Por qué entonces tanto ensañamiento hacia una persona en particular utilizando el púlpito desde donde los curas nos hablan en nombre de Dios, de juntar el rebaño, hasta de abandonar por un momento el redil para recuperar la oveja perdida y otros tantos giros metafóricos que al fin de cuenta son pura farsa?
No nos corresponde analizar la cuestión legal de lo que la parroquia local cree 'haber recuperado' para el patrimonio del arzobispado. Pero sí tenemos los años de vida suficientes en este pueblo como para conocer a fondo su historia y sus actores y en particular es un deber poner de relieve que....
Por allá por 1967, en el lado sur - este del edificio parroquial había un gran yuyal, algunas antiguas plantas de higuera y otros retoños vírgenes y un día nos juntamos los que integrábamos por entonces el Grupo Scout para poner la piedra fundamental de lo que sería "la ansiada Sede".
Usando la primera persona - porque ahora se impone - recuerdo que ese día balbucié el discurso de ocasión antes que el cura Bottegal rociara con su agua bendita el comienzo de esa epopeya que se empezaba a hacer realidad.
Así nació y se hizo esa construcción; con el esfuerzo de muchos que contribuyeron para que nuestros scouts tuvieran su propio espacio físico donde desarrollar sus actividades. 
Esa es un verdad insoslayable y no vamos a permitir que se oculte con terceras intenciones.
Lo decimos aun cuando tenemos mucho puntos de vista con los que no coincidimos con quien fue pionero del Grupo Scout N° 252, Ubaldo Pellarini; aun cuando el estilo con el que se manejó para administrarlo no haya sido de nuestro gusto; pero sí nos parece que es un deber aclarar con todas las letras que no tenemos mínimas sospechas sobre el accionar de dicho dirigente.
Por ello fijamos nuestra sincera posición desde lo que le pertenece "al César" y a sus discípulos y lo dejo al cura Tovar con su oscurantismo, debido a que el olor a caca de oveja apesta mucho más que los nauseabundos olores  provenientes de los 'feed lood' de nuestra zona en las tardecitas benitenses.