lunes, 12 de septiembre de 2016

LLEGÓ LA HORA DE LA OBRA PÚBLICA

Tribuna de Opinión
POR ANÍBAL GONZÁLEZ COMAS

EL RELOJ CORRE SIN PIEDAD...
UN AÑO QUE SE VA 
SIN GRANDES NOTICIAS... 
¡TODAVÍA!
Van pasando los días y los meses, y ya estamos tocando el umbral del primer año de trabajo de esta administración municipal, sin grandes estridencias, sin el comienzo de obras importantes, con remiendos propios de las contingencias climáticas que se sufrieron con intensidad a principio de año; se mejoraron algunos servicios, hay continuidad en el trabajo de alumbrado público, las calles se arreglaron en su mayoría, aunque quedan flancos a resolver en la temporada estival.
No hay mucho para exhibir: es la pura verdad. 
Hubo un gesto interesante por parte del intendente cuando decidió congelar sus haberes y el de funcionarios y legisladores para favorecer un pequeño aumento en el salario de los trabajadores.
Fue una muy buena medida. 
Entendemos que esa debe ser la orientación - sine qua non - de cara a los meses venideros, preferentemente para próximos diez meses, por lo menos.
Como decimos: celebramos la decisión del intendente. 
En ese camino, luego del congelamiento de haberes de funcionarios y concejales, creemos que no existe motivación alguna que bifurque el camino iniciado, aunque existan intereses personales - naturales por cierto - de tener mejoras salariales.
El ajuste deber se para todos y todas, sin excepción.
El ambiente político local estuvo tormentoso durante todo el año, no ha dado respiro, aun cuando hubo concesiones graciosas por parte del oficialismo, dando curso positivo a muchas ideas venidas del Frente para la Victoria en mayor medida.
Pero desde la oposición han tenido ingenio - torpe en algunas oportunidades - para agitar el vendaval de las críticas y trasladarlas a la opinión pública, donde tuvieron una irregular acogida. Pero... la oposición ejerció su rol, a veces de forma exagerada.
De cara al futuro ya no hay margen para seguir tirando de la soga de los riesgos innecesarios y abocarse de lleno a la ejecución de la obra pública, mejoramiento de las calles puntualmente.
Allí debe estar dirigido el nuevo presupuesto; a los vecinos no se puede salir a contarles que hay empleados de silla y de sillón que quieren mejorar sus vidas, tener mayores privilegios, mejores adicionales, mejores gastos de representación. 
Basta de sueños irrrealizables. 
Al menos no son tiempos para usufructo de unos pocos en desmedro de la masa obrera municipal.
Si no hay guita para obreros que trabajan a destajo, no hay para nadie.
Es el momento de demostrar con hechos concretos que "el cambio" existe en la realidad.
El intendente E. Donda dio un pequeño ejemplo de seriedad en relación a sus haberes, los concejales tuvieron que aceptar el desafío y adherir sin chistar, a regañadientes algunos, y sabemos de alguna resistencia al respecto.
Estamos convencidos que el intendente no cambiará de opinión y se someterá a la estructura que tiene, con la que la gestión anterior dejó más de sesenta cuadras asfaltadas, con alrededor de un 40% de la planta urbana servida por la red cloacal y con el gas natural en un amplio sector.
Sin grandes estridencias, pero con la continuidad y dedicación necesaria, es hora de lograr una equidad salarial que los contemple a todos, sin excluidos, poniendo el acento en los que están en las prestaciones de servicios y en las obras, ya que son los más atrasados en su nivel salarial.
Allí deberá ponerse el acento en el nuevo Presupuesto para el 2017, sólo allí deberá ponerse el acento. No queda espacio para aventuras idílicas que hoy por hoy no tienen ningún justificativo, más que el de beneficiar a los que siempre fueron los bendecidos que se mueven en el entorno de la cúpula.
CAMBIEMOS..!
PERO CAMBIEMOS EN SERIO..!


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