ALTOS
DEL ESTE ES EL NEGOCIO
DE LOS NEGOCIOS PARA SUS INVERSORES
Vamos
a dividir en dos sueltos el comentario sobre el éxito económico de los que
llegaron a San Benito para invertir en urbanización suburbana, sin las
previsiones del caso.
Pregunta
previsora:
¿Dónde
está escrito el proyecto para dotar de policía, escuela, salud y otros tantos
servicios comunitarios para una población que – en potencia – se puede estimar
en 6.000 nuevos vecinos en pocos años que se sumarán al crecimiento normal de
nuestra ciudad que de por sí es mayor a la media normal de Entre Ríos desde
1970 a la fecha?
Hasta
ahora nadie ha hablado al respecto, lo que sí se apuraron nuestros honorables concejales
a aprobar una modificación de la planta urbana, como si la misma dependiera
solamente de su dibujo en un papel.
Pero
primero es interesante hacer algunos números interesantes.
El
propietario del bien inmueble que se ubica en las chacras N° 20 y 21, era Juan
Ernesto Schvendler, un ciudadano de Colonia Salto, Dto. Diamante, que había
adquirido esa propiedad al sucesorio Pintos.
Luego
del frustrado intento de instalar en la chacra N° 20 una antena gigante de
Claro para uso de la telefonía celular el propietario le vendió a Carina Rosa
Cangeri, soltera con domicilio en Paraná la chacra N° 20 de unas 39 hectáreas
(cuyo título entregó en calidad de capital de 2.500.000 como fiduciante al
fiduciario Sergio Gregorio Lipschitz del fideicomiso “Altos del Este” el 7 de
noviembre de 2012); es destacar que Carina Rosa Cangeri tenía hipotecada la
propiedad a favor de Federico A. Lipschitz y el 5 de setiembre de 2012 Juan
Schevendler le vendió a Federico Andrés Lipschitz, fiduciario del fideicomiso “Solvencia”
de administración y garantía la Chacra N° 21 de unas 34 hectáreas en 3.576.000
pesos (este comprador también es dueño de Esco S.A. de Capitalización y
Ahorro).
En
números redondos: los Lipschitz se hicieron de las dos chacras que componen el
loteo Altos del Este con una inversión de 7.076.000 pesos.
Al
loteo le sacaron poco más de 1.700 parcelas por las 73 hectáreas.
Deducidas
las calles y ochavas, espacios verdes y reserva fiscal, en ambas chacras
quedaron 51 hectáreas útiles para la venta, en números redondos serían: 510.000
metros cuadrados. Los terrenos a la venta tienen en promedio 300 metros
cuadrados, lo que arroja 1.700 lotes para poner a la venta.
Las
inmobiliarias que comercializan estos terrenos tienen tres categorías que
oscilan entre los 70 y los 90.000 pesos, un promedio de 80.000 pesos, lo que
significa que cuando concluya la venta de todos los lotes habrán recibido a
valores de hoy: $ 136.000.000 (ciento treinta y seis millones de pesos).
Estos
terrenos ya están a la venta y a la fecha han firmado contrato de compra
alrededor de 70 adquirentes, es decir, los titulares del fideicomiso ya tienen
carpetas para financiar en la banca 5.600.000 pesos. Con unos pocos meses más habrán
recuperado la inversión inicial en menos de un año ya que, si bien no se han hecho
del dinero en efectivo, cuentan con los documentos firmados por los compradores,
documentos que a su vez podrán descontar en la banca para financiar las mejoras
que le proveerán al loteo.
La
diferencia, sin contar el cúmulo de mejoras que deberán proveerle al loteo, es
de 129 millones de pesos.
¡Interesante
negocio!... ¿no le parece?
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