BOCHORNOSA ACTITUD DE 'PENDEJO MALCRIADO' TUVO
NUESTRO INTENDENTE.
INSULTÓ A LOS GRITOS A UNA VECINA QUE HACÍA UN
RECLAMO PERSONAL....
LA TRATÓ DE....
“NEGRA DE MIERDA… ANDATE O TE HAGO SACAR A
PATADAS!!!”

La historia era repetida; la atendían o el
subsecretario Reya o la secretaria hot…ambos le hacían el cuento para que se
vaya pero la solución nunca apareció.
Hoy, la mencionada
vecina, cansada de tanto manoseo, se quedó a esperar al intendente BB,
pese a que le decían que iba a venir.
-
De aquí no me voy hasta que logre hablar con
el dueño del circo – dijo la doña que a esa altura de los acontecimientos había levantado
presión – me cansé de hablar con estos payasos que no arreglan nada!!!
Lejos de creerles que el intendente no estaba en San
Benito, que andaba por Buenos Aires haciendo gestiones, etc. la vecina se quedó
firme a la espera, hasta que apareció Vásquez BB, con la almohada marcada en su
cara y lo enfrentó para reiterar su reclamo.
La respuesta fue totalmente desubicada, altanera e
irrespetuosa para una persona mayor:
-
Yo no estoy para esas boludeces, yo estoy
para cosas más importante, no vio que hace unos días vino el gobernador a
visitarme…esa boludeces las atiende mi secretaria!!!!
La mujer insistió en su posición de exigir una
solución a su problema, mientras le cubría la entrada de la puerta del despacho
hot, entonces el intendente la amenazó a los gritos, diciéndole:
“Mirá negra de mierda… qué parte es la que
no entendés?... no te dije que no estoy para pelotudeces?... ¡anda a
laburar!... andate… andate o te hago sacar a patadas!
Cuando la señora parecía que se iba a ir a los bifes
en intendente BB corrió a su despacho y cerró la puerta con llave y la pobre mujer
le dio un ataque de nervios y comenzó a maldecirlo y a patearle la puerta.
Los acólitos chupamedias se encerraron todos,
escondidos como ratas, Ledesma auscultaba por la mirilla de la cerradura de la
puerta, nadie atinaba a nada. Al final fue el enérgico Pan Triste quien asumió el
rol de intendente, recordando su pasado en la Municipalidad de Rosario Tala, y
logró calmarla hasta que se pisó con la conocida frase, muy propia de los
despachos oficiales:
-
Date un vuelta la semana que viene!
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