ENCONTRÓ
UNA VETA
QUE NO QUIERE DESPERDICIAR
En
el contexto de lo que ha sido la actual administración municipal, llena de
desaciertos y falta de obras públicas propias, (excepto un mástil frente al edificio comunal) sobresale con nitidez el oportunismo
de la Concejal Yamila Márquez que ha sabido explotar todas y cada una de las
situaciones conflictivas para sacar provecho propio.
El
cargo de concejal le ha servido para introducirse de lleno en el círculo íntimo
del intendente BB y transformarse en un puntal de apoyo, por encima de lo que
se creía iba a ser el propio secretario de gobierno Lisandro Reya.
De
todos los que conformaron el nuevo staf que reemplazó a los acólitos del viejo
Vásquez, la concejal Márquez ha sido la más viva a la hora de recoger.
Primero
se vio beneficiada con un banquete con el que nunca había soñado: La casa
propia aun sin tener formado su hogar, ya que se casó posteriormente a la
construcción de su vivienda que le hizo el intendente disfrazando un subsidio
nacional en el que nunca pudo encuadrar con la reglamentación del mismo. No
sólo eso, sino que las mejoras que se le hicieron a su vivienda son altamente
superiores a las que contempla el plan nacional de mejoramiento habitacional.
En
la faz laboral tuvo tanta suerte que le dieron un contrato de trabajo hace un año,
comenzando en junio/2012 como una simple jornalera, para transformarse a partir
de enero/2013 en personal jerarquizado del municipio, cobrando sobre la dieta
de concejal un contrato de cinco mil pesos mensuales.
A
su madre le dieron responsabilidades de jerarquía con manejo en los planes
sociales que bajan desde la Nación y la Provincia.
Y
también tiene carta franca para todo tipo de subsidios circunstanciales en
efectivo (contra presentación de boletas) por medicamentos, consultas médicas,
tratamientos, etc. con el pretexto de que su padre está enfermo.
Se
puede afirmar sin temor a equivocarse que la concejal Márquez es la que más se
benefició en esta gestión municipal y que ha tenido suficiente astucia para
ganarse bajo el ala del alicaído intendente BB que no da pie con bola y que
tiene a su alrededor muy poca gente de confianza como para manejar sus
intereses ($$), por ello Márquez es la cajera que recauda para la corona (desplazando al removido Ñoño Korona) y que – a la
vez – se encarga de vigilar los números para que no se le queden con algún
vuelto perteneciente a la promisoria cooperativa ya sea Falco o Ara.
¿Qué
dirán los otros concejales que ven la torta de cerca y no tienen una porción
para degustar???
Todo
un dilema!!!
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