lunes, 22 de julio de 2013

A MENOS DE TRES SEMANAS DE LAS P.A.S.O.

LA APATÍA DE LA POBLACIÓN ES GENERALIZADA
Hace muchos años que no se veía una campaña electoral tan floja como la que se vive por estos días con las elecciones primarias que se realizarán el domingo 11 de agosto.
No es que sólo en nuestra ciudad ocurre este fenómeno, sino que – de acuerdo a comentarios de los que palpan y miden las reacciones de la gente – el síntoma está instalado en todo el país.
Las razones son variadas, sin embargo se puede afirmar con certeza que los votantes se han dado cuenta que estas elecciones son innecesarias ante la desaparición de la mayoría de los partidos políticos en serio.
Salvo la Unión Cívica Radical con un atisbo de democracia interna y en menor medida el Partido Socialista, los partidos políticos han dejado de existir, lamentablemente. Se han transformado en meros aparatos electorales sin ninguna vida interna con cierta continuidad.
Los ciudadanos palpan esta realidad y – sumada la apatía que se irradia hacia la actividad política, salvo la subsidiada por los gobernantes de turno – han comprendido que las elecciones de agosto no sirven para nada, ya que los partidos por lo general marchan con listas únicas, salvo lo que ocurrirá en Entre Ríos con la interna que plantean los justicialistas que se alinean tras la lista B.A.S.T.A.
En la provincia se trata por todos los medios de instalar en la sociedad una especie de premio consuelo para el gobernador Urribarri, que necesita mostrar hacia afuera un buen resultado si quiere entrar en el consenso nacional con una futura candidatura a vicepresidente dentro de un sector del Frente para la Victoria.
La empresa no es fácil porque también está en la balanza la ‘gestión’ de Cristina con sus Jaime, sus Boudou, sus Lázaro Báez, sus Elascar, sus De Vido, sus Moreno, su narcisismo, etc. que inclinan el fiel hacia el descontento; la prueba es la abrupta caída de imagen de la presidente en menos de dos años desde aquel triunfo contundente en 2011.
Y también los votantes miran las gestiones locales, tal el caso de Paraná, donde la tarea de Blanca Osuna es reprochable desde muchos sectores de la población capitalina.
En esta oportunidad no se puede decir que no hay otras alternativas.
El descontento bien podría orientarse hacia los radicales que van mejorando muy de a poco su credibilidad ante la sociedad luego de más de diez años de purgar penas por los errores de De La Rúa.
Otra franja importante de los entrerrianos mira con cierta simpatía la alternativa que ofrece el dirigente rural De Ángeli y los números lo muestran con un apoyo creciente, aunque todavía insuficiente para preocupar al oficialismo.

Pese a que habrá una campaña masiva de concientización asustando a los que no deseen concurrir a votar el venidero 11 de agosto para las P.A.S.O. todo parecería anunciar que el porcentaje de votantes será inferior a la media tradicional para estos casos. 

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