Por Rosendo Fraga
La elección de gobernador de Santa Fe que se realiza el próximo domingo se ha nacionalizado. Se trata del cuarto distrito electoral del país con el 8,5 del padrón, pero el segundo (Córdoba) y el tercero (Ciudad de Buenos Aires) la superan, aunque sin llegar al 9%. El Partido Socialista que gobierna la provincia con Hermes Binner ganaría con aproximadamente el 40% de los votos. Su candidato (Bonfatti) se impondría así, ya que el sistema electoral es de mayoría simple y no hay segunda vuelta. Lo que parece estar en disputa es el segundo lugar entre el candidato kirchnerista, que es el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación (Rossi), y el del PRO, que es un cómico popular (Miguel Del Sel). Este lleva como candidato a Vicegobernador a un intendente alineado con Duhalde (Salomón). Carlos Reutemann ha tomado distancia de la campaña, ha dicho que nunca fue kirchnerista y sus votantes están apoyando a Del Sel. Que se imponga por un voto sobre el candidato del kirchnerismo sería un duro golpe para esta fuerza. Macri se hizo presente en la provincia para apoyarlo el domingo 17 y la Presidente hace lo mismo con su candidato el martes 19. Si se da el escenario probable -el triunfo de Bonffati- lo celebrará a nivel nacional Binner, pero también Alfonsín, dado que la UCR en la provincia es aliada del PS. Si Del Sel saliera segundo, Macri y Duhalde sacarían partido de ello. En el caso que Rossi obtuviera el segundo lugar, sigue siendo otra derrota del oficialismo nacional. Sumado el resultado de Santa Fe al de Ciudad de Buenos Aires, comienza a marcar una tendencia más favorable hacia la oposición.
El domingo 31 de julio tiene lugar la segunda vuelta de la elección porteña y parece difícil que se suspenda. A menos de dos semanas de la elección, la Casa Rosada ha confirmado que su candidato (Filmus) competirá, aunque la prudencia política aconsejaría lo contrario para evitar cuatro domingos sucesivos de derrotas en grandes distritos. Sondeos confiables dan cuenta de que si hoy se votara, Macri obtendría dos tercios de los votos y Filmus el restante. El kirchnerismo sostiene que llegar al 40% es un éxito y tratará de mostrarlo como tal. Tanto las declaraciones del músico Fito Páez como las del ministro de Educación (Sileoni), acusando a Macri de defender a la dictadura, muestran la radicalización del oficialismo nacional, pese a los intentos de Filmus por moderar su campaña. La realidad es que siempre, en todo el mundo, las elecciones se suelen ganar girando al centro, donde por lo general está la mayor parte de los votantes indecisos. Esto es lo que supo hacer Macri y no hizo ni está haciendo el kirchnerismo. El caso Schoklender y el ADN de los hijos de la directora de Clarín concurren a debilitar al oficialismo nacional, dado que el electorado porteño suele dar importancia a este tipo de cuestiones. La estrategia de oponer la exposición Tecnópolis, que se realiza en el Gran Buenos Aires, a la Rural que tiene lugar en la Capital, como si el kirchnerismo fuera la modernidad y el macrismo lo antiguo, no llega a la mayoría de los votantes porteños.
El 7 de agosto tiene lugar la elección de gobernador en Córdoba, donde el oficialismo nacional se ha quedado sin candidato al romper con el gobierno provincial. En esta provincia el gobernador se elige por mayoría simple como en Santa Fe. El candidato del oficialismo provincial (De la Sota) no aceptó una candidata a la Vicegobernación impuesta por Cristina como lo hizo Scioli con Mariotto. La respuesta de la Casa Rosada fue impedir que la lista a diputados nacionales del PJ provincial el 23 de octubre pueda competir en la boleta de Cristina. El candidato aliado con Binner (Juez) está por ahora en segundo lugar y el de la UCR (Aguad) en tercero. Ninguno de los tres está alineado con la Casa Rosada. Un triunfo de De la Sota potencia a los sectores del PJ que han quedado desconformes con la imposición de candidatos por parte de la Presidente en las listas. En la provincia de La Pampa, donde el candidato justicialista (Verna) renunció rechazando las candidaturas impuestas por la Casa Rosada, el actual gobernador (Jorge) irá ahora por su reelección. Pero la gran cuestión es qué sucederá con el peronismo bonaerense, que realizará internas para los cargos municipales y provinciales en los 135 municipios de esta provincia el 14 de agosto. La tensión peronismo-kirchnerismo es fuerte en este decisivo distrito, donde el gobernador Scioli, que va por su reelección, tiene hasta ahora amplia ventaja.
El domingo siguiente, 14 de agosto, se realizan las internas simultáneas y obligatorias en todos los partidos. Las probables derrotas del oficialismo nacional los próximos tres domingos en los tres distritos electorales más importantes después de la provincia de Buenos Aires (Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires y Córdoba), si bien no anticipan un resultado nacional, crearán para esa fecha un clima político más favorable para la oposición. Es la primera vez que se emplea este sistema a nivel nacional. Quienes saben que se vota obligatoriamente en esa fecha, a menos de un mes, son el 60%. Cuanta menos gente vote, más peso tendrán los aparatos partidarios, en su mayoría alineados con el gobierno nacional. La cantidad de votos que obtenga cada fuerza -de las ocho fórmulas que se presentan ninguna realiza interna- será un dato central, sobre todo en momentos que la manipulación de los sondeos realizada por el oficialismo ha generado una crisis de credibilidad en ellos. Para la oposición es la oportunidad de realizar una suerte de gran interna abierta. Duhalde ya ha dicho que la oposición debería votar a quien salga segundo, que hoy sería Alfonsín, en primer lugar, y el ex presidente justicialista en segundo término. Carrió ha dado a entender algo similar, mientras que Binner ha rechazado esta posibilidad y Macri mantiene silencio sobre si adoptará o no una estrategia para el 14 de agosto y el 23 de octubre.
En conclusión: la elección de gobernador de Santa Fe del próximo domingo probablemente será una fuerte derrota del kirchnerismo, que se acentúa si su candidato queda en tercer lugar, debajo del macrista; el domingo siguiente es la segunda vuelta en la Ciudad de Buenos Aires, donde el actual Jefe de Gobierno será reelecto por una diferencia importante; una semana más tarde, el 7 de agosto, tiene lugar la elección de gobernador en Córdoba, en la que el kirchnerismo ha quedado sin candidato y en consecuencia tendría un tercer efecto derrota y este proceso culmina siete días después con las primarias abiertas y obligatorias, cuyo resultado y participación es incierto, pero donde puede quedar un candidato opositor predominante para polarizar.
La elección de gobernador de Santa Fe que se realiza el próximo domingo se ha nacionalizado. Se trata del cuarto distrito electoral del país con el 8,5 del padrón, pero el segundo (Córdoba) y el tercero (Ciudad de Buenos Aires) la superan, aunque sin llegar al 9%. El Partido Socialista que gobierna la provincia con Hermes Binner ganaría con aproximadamente el 40% de los votos. Su candidato (Bonfatti) se impondría así, ya que el sistema electoral es de mayoría simple y no hay segunda vuelta. Lo que parece estar en disputa es el segundo lugar entre el candidato kirchnerista, que es el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación (Rossi), y el del PRO, que es un cómico popular (Miguel Del Sel). Este lleva como candidato a Vicegobernador a un intendente alineado con Duhalde (Salomón). Carlos Reutemann ha tomado distancia de la campaña, ha dicho que nunca fue kirchnerista y sus votantes están apoyando a Del Sel. Que se imponga por un voto sobre el candidato del kirchnerismo sería un duro golpe para esta fuerza. Macri se hizo presente en la provincia para apoyarlo el domingo 17 y la Presidente hace lo mismo con su candidato el martes 19. Si se da el escenario probable -el triunfo de Bonffati- lo celebrará a nivel nacional Binner, pero también Alfonsín, dado que la UCR en la provincia es aliada del PS. Si Del Sel saliera segundo, Macri y Duhalde sacarían partido de ello. En el caso que Rossi obtuviera el segundo lugar, sigue siendo otra derrota del oficialismo nacional. Sumado el resultado de Santa Fe al de Ciudad de Buenos Aires, comienza a marcar una tendencia más favorable hacia la oposición.
El domingo 31 de julio tiene lugar la segunda vuelta de la elección porteña y parece difícil que se suspenda. A menos de dos semanas de la elección, la Casa Rosada ha confirmado que su candidato (Filmus) competirá, aunque la prudencia política aconsejaría lo contrario para evitar cuatro domingos sucesivos de derrotas en grandes distritos. Sondeos confiables dan cuenta de que si hoy se votara, Macri obtendría dos tercios de los votos y Filmus el restante. El kirchnerismo sostiene que llegar al 40% es un éxito y tratará de mostrarlo como tal. Tanto las declaraciones del músico Fito Páez como las del ministro de Educación (Sileoni), acusando a Macri de defender a la dictadura, muestran la radicalización del oficialismo nacional, pese a los intentos de Filmus por moderar su campaña. La realidad es que siempre, en todo el mundo, las elecciones se suelen ganar girando al centro, donde por lo general está la mayor parte de los votantes indecisos. Esto es lo que supo hacer Macri y no hizo ni está haciendo el kirchnerismo. El caso Schoklender y el ADN de los hijos de la directora de Clarín concurren a debilitar al oficialismo nacional, dado que el electorado porteño suele dar importancia a este tipo de cuestiones. La estrategia de oponer la exposición Tecnópolis, que se realiza en el Gran Buenos Aires, a la Rural que tiene lugar en la Capital, como si el kirchnerismo fuera la modernidad y el macrismo lo antiguo, no llega a la mayoría de los votantes porteños.
El 7 de agosto tiene lugar la elección de gobernador en Córdoba, donde el oficialismo nacional se ha quedado sin candidato al romper con el gobierno provincial. En esta provincia el gobernador se elige por mayoría simple como en Santa Fe. El candidato del oficialismo provincial (De la Sota) no aceptó una candidata a la Vicegobernación impuesta por Cristina como lo hizo Scioli con Mariotto. La respuesta de la Casa Rosada fue impedir que la lista a diputados nacionales del PJ provincial el 23 de octubre pueda competir en la boleta de Cristina. El candidato aliado con Binner (Juez) está por ahora en segundo lugar y el de la UCR (Aguad) en tercero. Ninguno de los tres está alineado con la Casa Rosada. Un triunfo de De la Sota potencia a los sectores del PJ que han quedado desconformes con la imposición de candidatos por parte de la Presidente en las listas. En la provincia de La Pampa, donde el candidato justicialista (Verna) renunció rechazando las candidaturas impuestas por la Casa Rosada, el actual gobernador (Jorge) irá ahora por su reelección. Pero la gran cuestión es qué sucederá con el peronismo bonaerense, que realizará internas para los cargos municipales y provinciales en los 135 municipios de esta provincia el 14 de agosto. La tensión peronismo-kirchnerismo es fuerte en este decisivo distrito, donde el gobernador Scioli, que va por su reelección, tiene hasta ahora amplia ventaja.
El domingo siguiente, 14 de agosto, se realizan las internas simultáneas y obligatorias en todos los partidos. Las probables derrotas del oficialismo nacional los próximos tres domingos en los tres distritos electorales más importantes después de la provincia de Buenos Aires (Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires y Córdoba), si bien no anticipan un resultado nacional, crearán para esa fecha un clima político más favorable para la oposición. Es la primera vez que se emplea este sistema a nivel nacional. Quienes saben que se vota obligatoriamente en esa fecha, a menos de un mes, son el 60%. Cuanta menos gente vote, más peso tendrán los aparatos partidarios, en su mayoría alineados con el gobierno nacional. La cantidad de votos que obtenga cada fuerza -de las ocho fórmulas que se presentan ninguna realiza interna- será un dato central, sobre todo en momentos que la manipulación de los sondeos realizada por el oficialismo ha generado una crisis de credibilidad en ellos. Para la oposición es la oportunidad de realizar una suerte de gran interna abierta. Duhalde ya ha dicho que la oposición debería votar a quien salga segundo, que hoy sería Alfonsín, en primer lugar, y el ex presidente justicialista en segundo término. Carrió ha dado a entender algo similar, mientras que Binner ha rechazado esta posibilidad y Macri mantiene silencio sobre si adoptará o no una estrategia para el 14 de agosto y el 23 de octubre.
En conclusión: la elección de gobernador de Santa Fe del próximo domingo probablemente será una fuerte derrota del kirchnerismo, que se acentúa si su candidato queda en tercer lugar, debajo del macrista; el domingo siguiente es la segunda vuelta en la Ciudad de Buenos Aires, donde el actual Jefe de Gobierno será reelecto por una diferencia importante; una semana más tarde, el 7 de agosto, tiene lugar la elección de gobernador en Córdoba, en la que el kirchnerismo ha quedado sin candidato y en consecuencia tendría un tercer efecto derrota y este proceso culmina siete días después con las primarias abiertas y obligatorias, cuyo resultado y participación es incierto, pero donde puede quedar un candidato opositor predominante para polarizar.
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