El ex juez Héctor Toloy hizo declaraciones respecto al caso Fernanda, justo cuando se cumplen siete años de su desaparición. Llama la atención su actitud cuando en realidad debió abocarse en su momento cuando era juez y tuvo la causa en sus manos. Su amigabilidad para con el poder hizo que no profundizara en sustanciales particularidades que se dieron, principalmente sobre la dudosa muerte de Miguel Lencina, ya que ahí puso estar la clave de toda la investigación.
Su accionar dejó muchas dudas y en el mencionado caso debió dejar a la población con la certeza de lo realmente ocurrido, sin dejar un mínimo de dudas, utilizando para ellos todos los avances técnicos y la participación de los más avezados profesionales en la materia. Cuando hubo uno que se jugó por poner en dudas la muerte de Lencina lo ‘corrieron’ de la provincia por disposición del entonces gobernador Busti.
La forma con que se manejó el caso dejó instalada la sensación de que se quiso cubrir algo importante, o más bien, actores partícipes importantes. ¿y por qué razón?
Es demasiado sencillo hablar a la distancia, contarnos que no se guardó nada, cuando tuvo la oportunidad de ordenar la apertura de una casa señalada en el Barrio San Martín donde los movimientos hacían suponer que algo raro ocurría, más puntualmente, donde se vio desde días antes el famoso Taunus verde con la calavera con un rosa saliendo de su boca. ¿y por qué razón?
Si se buscaba la verdad, si se buscaba desesperadamente a una niña, ninguna razón puede justificar que no se investigara allí cuando se revisaba hasta por las chacras de la región en busca de indicios.
Demasiado tarde para quedar bien. Aunque la conciencia es un martirio persistente ante la culpabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario