domingo, 24 de julio de 2011

SE RECORDARÁ LA DESAPARICIÓN DE FERNANDA AGUIRRE

ESTE LUNES SE CUMPLE SÉPTIMO ANIVERSARIO
Mañana lunes 25 de julio se cumplirán siete años de la misteriosa desaparición de una niña de nuestra ciudad, un hecho que conmocionó al país cuando arreciaban los secuestros express.
Siete años que nos llenan de desencanto, de bronca, de impotencia; siete años que nos reprochan por lo que no debió ser.
Era un día domingo como hoy, con el sol tibio y con el cielo azul, pero un poco más fría la temperatura ambiente. Era un día de final de la Copa América, como hoy, pero con un partido de campanillas: Argentina – Brasil se medían en el Estadio Nacional de Lima, Perú.
Los argentinos aquel día no hablábamos de otra cosa; nuestra atención estaba centrada en ese trascendental hecho deportivo: vimos aquel encuentro y tras la derrota por penales todos sufrimos una gran decepción. La atención estaba centrada en ese hecho y nada hacía sospechar lo que estaba ocurriendo en esos momentos en las desoladas calles de nuestro pueblo.
Tres rosas, ni siquiera un ramo. Tres rosas recorriendo en manos inocentes los últimos metros de la Avenida Federación. Atrás quedaba lo inexplicable tras un diálogo fatal; atrás el lúgubre mensaje de palomas que partía desde la quietud del camposanto enrostrando presagios desesperantes. Atrás la vaguedad de una mirada sin rumbo, pero atada por los fuertes lazos consanguíneos, acompañaba en la lejanía los últimos pasos de la libertad, tal vez los de la vida.
Tres rosas que con la mágica bendición de la naturaleza permitían con su belleza que la verdad se hiciera inexpugnable, que perfume y color fueran una coraza indescifrable para saber si eran cómplices, si eran víctimas, si eran testigos ocasionales o si eran parte de un plan, si engalanaban la proeza de una aventura juvenil o si eran el presagio de la acción violenta y deleznable; tres rosas inmutables que nunca hubieran podido contribuir para ayudarnos a discernir entre lo circunstancial y lo premeditado.
Sin embargo, hubo quienes pudieron hacerlo, hubo quienes fueron parte actora, presencial, o lo que sea y pudieron contribuir para que sepamos la verdad y…por varias razones…prefirieron callar.
La mayoría de los sanbenitenses nos enteramos al día siguiente…y ya era tarde.

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