En la mañana de ayer se realizó la Asamblea Legislativa anual en el Teatro 3 de Febrero de Paraná a salón completo, con la presencia de una mayoría de adherentes al oficialismo, en su gran mayoría empleados públicos a quienes justificaron la ausencia de sus habituales lugares de trabajo.
La última exposición del gobernador antes de abandonar el cargo el venidero 10 de diciembre fue demasiado pobre en materia de logros y anuncios concretos, pero estuvo matizada por divagaciones tendientes a justificar el motivo real de su alocución: Urribarri uso este escenario para formalizar su lanzamiento como candidato a la reelección y no mezquinó autoelogios irritantes y el lanzamiento de dardos a su opositor.
Es que estaba flanqueado, entre otros, por el Presidente de la Cámara de Diputados, su inventor, el Dr. Jorge Busti a quien no le quedó otra que sonreír de manera socarrona cada vez que se criticaba tangencialmente su gestión.
Pobre…demasiado pobre el discurso, con anuncios repetidos, en algunos casos del 2009. Deja como saldo la preocupación que subyace en el oficialismo, la de querer comparar gestiones anteriores que se llevaron adelante en otras circunstancias y con menores recursos, porque sienten el temor a una probable derrota el 23 de octubre. De lo contrario, si realmente estuvieran seguros de su triunfo, el discurso hubiera sido distinto.
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