DE NOTICIA ENTRE RÍOS:
Marcos Rodríguez Allende, el defensor de imputados en delitos de lesa humanidad y alto funcionario del gobierno de Urribarri en sus ratos libres, salió a pasear por los medios oficialistas mintiendo descaradamente en su rol de defensor de políticos oscuros: dijo que la defensa de Facundo Bressán pidió que declare la médica del centro de salud de San Benito y eso es brutal, interesada y patológica mentira.
En realidad, quien pidió que declare la médica Valeria Soledad Becic para embarrar la cancha, es el ex funcionario de derechos humanos Álvaro Piérola, hoy fiscal y socio del defensor de represores de la dictadura, Rodríguez Allende.
El por qué de esta mentira es evidente: el intendente de San Benito es hijo del diputado provincial homónimo, el procesado Ángel Vázquez. La Cámara de Diputados está presidida por el tío de Rodríguez Allende, José Allende. Denunciado por enriquecimiento ilícito.
Es mucho poder lo que está en juego.
Que el fiscal Álvaro Piérola, tras avalar que el único detenido sea golpeado por la policía, que la misma policía secuestre, robe y golpee un menor y le arme una causa falsa tras tratar de incriminarlo en este mismo caso, no tiene muchas chances de lograr algún prestigio. La única que le queda es ser servil al poder político que lo tuvo de funcionario. El mismo poder político que está más que interesado en borrar las evidencias que incriminan a Ángel Vázquez.
La causa se cae a pedazos. Por eso se explica que oscuros abogados como Marcos Rodríguez Allende cometan estos errores tan infantiles, estas mentiras tan fáciles de descubrir.
Agustín Derramble
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