LA
SUERTE DE NUESTRO IMPUTADO PROVINCIAL VÁSQUEZ PÁ
La
mayoría recordamos el pasado reciente de nuestro imputado provincial Vásquez
Pá, desde su anclaje en nuestra ciudad. Aquella carpa de gitano en la que vivía
en Avenida Marizza, cerca de Friuli hasta que hizo pie en cercanías del
Ministerio de Gobierno cuando el nogoyaense Schiavoni ejercía su conducción.
Fue
entonces cuando a fuerza de obras truchas que figuraban sólo en los papeles,
alcantarillados por doquier y otras obritas menores, hicieron enriquecer
rápidamente a nuestro máximo representante de la legislatura. De allí nació un
deuda a la A.F.I.P. que terminó en un millón y medio de dólares. ¿Cuánto se
podrá haber evadido debiendo solamente a la A.F.I.P. ocho millones de pesos?
¡cifras siderales!
Después
vino el mantenimiento de la autopista Santa Fe – Rosario, de donde se hizo –
entre otras cosas – de un tractorcito de industria checa, marca ‘Zetor’ que se
lo sustrajo a un supuesto deudor un sábado por la tarde y se lo trajo al
intendente Oscar Dionisio Acosta. Se lo canjeó sin ningún papel que avalara su
titularidad nada menos que por los dos terrenos de Avenida Firuli y San Martín,
que habían sido adquiridos para la construcción del Centro Cívico de la ciudad
a don Pedro Crisólogo Vieytes.
Con
semejante negocio entre estos dos personajes se privó a nuestra ciudad de
terrenos de inmejorable ubicación, cuyo valor excede con creces el valor de una
decena de tractorcitos (usados) para cortar pasto.
El
acomodo en el círculo político al que lo llevó de la mano el entonces Ministro
Schiavone, hizo que Vásquez Pá tuviera acceso a subcontratar trabajo públicos
en licitaciones como la de Ceibas y del Puente Rosario – Victoria donde coronó
la deuda con el estado, que por todo concepto superaba los diez millones de pesos. Sólo que Schiavone le
cobró su partecita como retorno; le adoso como karma permanente desde entonces
hasta la fecha a su ‘hijo’ el Chuqui.
¡Negocios
son…negocios!!!
Después
llegó la asociación con B. García y los tragamonedas de Villa Elisa, los
cabarulos y la trata…y la nunca aclarada cuestión que lo rozó muy de cerca en
el caso de F. Aguirre…
¿Alguno
vio por estos días que reapareció aquel cuestionado Peugeot 405 “borravino”,
que estuvo en el ojo de la tormenta por julio de 2004 cuando la desaparición de
la jovencita de calle Irigoyen y que los perros adiestrados que llegaron desde
Buenos Aires se lo querían comer?
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