domingo, 16 de septiembre de 2012

EL DULCE DE LOS QUE MANDAN


Por DON IRALA:


Hoy también quiero cantar
En coplas mi desazón;
Me carcome una cuestión
Ocurrida en mi ciudad;
Quiero opinar en verdad
La mano en el corazón.


Me cuesta ajustar la prima
¡es que suena muy chillona!,
Más grave está la bordona
 Y en el caso es la adecuada
Pa cantar con voz pausada
Asuntos de una bribona.

Los senderos de la vida
Van dando lección a diario
Y se va haciendo un rosario
De experiencia aquilatada,
Que suele ser consultada
Cuando se hace necesario.

Nadie está limpio, es seguro,
Cada cual tiene su historia;
Yo la guardo en mi memoria
Y lo tengo que aceptar
¡Malos pasos yo fui a dar
En mi larga trayectoria!

No tengo remordimientos,
Nada escondo ni especulo,
Lo afirmo sin disimulo
Y créanme que  iré aceptar
Al que me quiera endilgar
Que no tengo limpio el culo.

Pero el asunto que ocupa
La opinión en mi ciudad
Es escándalo, en verdad,
Lo digo sinceramente;
¡un sopapo pa’ la gente
Que le da la autoridad!

Una falta de respeto,
A la familia: una agresión;
Un exceso en la función,
Un abuso innecesario,
Un error tan lapidario
Que merece una sanción.

No es meterse en vida ajena
Ni se trata de chusmiar,
Aquí se debe aclarar:
Hubo trampa y es un hecho
Qu’el poder no da derecho
A una pareja agraviar.

Toda mujer si traiciona
No es digna de respetar;
Si guampéa por trepar
Es aún más disparate
Y lo afirmo en el remate:
¡En vida… lo ha de pagar!

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