EL VALIENTE LUCAS CARRASCO COPÓ PARADA Y SE JUEGA POR LA VERDAD:
Walter Aguirre es el forense oficial, pero bajo juramento destrozó todo lo que la querella y la fiscalía habían sostenido en sus alegatos iniciales: que Bressán violó y asesinó a Priscila de manera cruel.
Lo que hasta ahora está probado por la querella y la fiscalía -que no paran de darse tiros al pié- es que Priscila Hartman fue asesinada de manera cruel, con múltiples golpes y por asfixia. Que el asesino o los asesinos volvieron pasadas entre 12 y 14 horas después al lugar donde el cuerpo fue arrojado, a esconder el cuerpo tapándolo con ramas, que murió en un lugar anterior a donde fue arrojado y que es un tipo de crimen poco común, más propio de la mafia y el narcotráfico.
Se abrió una causa aparte por torturas, cuando Bressán fue sometido, según constató la Justicia hoy, a la tortura conocida como "submarino seco" y la abogada defensora oficial de turno, le hizo firmar una confusa confesión. El Comisario Schmunk dijo que fue porque le hicieron limpiar los pisos con lavandina. No fue detenido ni se le inició un sumario por burlarse la inteligencia del tribunal.
Este vuelco radical en la causa revela los métodos policiales de tortura sistemática a jóvenes pobres para inculparlos rápidamente de crímenes y así presentarlos como una especie de trofeo político de un par de perversos ávidos de poder. Pero revela también el alto grado de corrupción judicial, las torturas fueron hechas en sede judicial y lo indujeron a firmar cualquier cosa desde la defensoría oficial, y revela también la impunidad política y la total desidia del lumpenaje judcial: los punteros políticos urribarristas cuya función es solamente garantizar impunidad a ricos y poderosos mientras llenan las cárceles de negritos pobres, jóvenes y de pocas posibilidades culturales de defenderse.
Pero revela también un aceitado mecanismo de cooptación de la prensa que tras largos meses de mentir y mentir sobre una causa basada en torturas sistemáticas, de pronto se encuentran con el trago amargo de que la verdad esá saliendo a la luz.
¿Sigue cansadito el Intendente de San Benito? ¿Están también estresados los narcos de Villa Mabel que organizaron la fiesta donde se tramó este crimen y que ahora son simpáticamente llamados por sus apodos y narrados como si hubieran hecho un piyama party a beneficio de UNICEF en el Club Palermo?
¿Sigue escondido el Procurador General que tras tanto divismo de vedette frustrada salió a mentir tantas veces ante la sumisa prensa oficialista?
¿Tienen miedo de que se destape la cloaca?
¿Se están dando cuenta que la gente no es tan boluda como creían?
Bienvenidos a la realidad.
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