En estos días viene intensificándose la campaña electoral y nuestra ciudad no es ajena a esta realidad. Los partidos políticos participantes hacen sus retoques finales para hacer el intento de captar electores, tarea nada fácil por lo que se percibe.
Los electores están mucho más escépticos que en otras oportunidades y se nota una gran cantidad de indecisos, por llamarlos de alguna manera, porque la mayoría de los vecinos tienen puestos sus ojos en la elección local por sobre las demás.
Todos perciben que a nivel nacional todo está definido, de manera similar en la provincia donde es muy difícil una opción distinta; Benedetti no despega, Busti baja en los números, Saliva crece pero no lo necesario para preocupar al oficialismo, hasta ahora.
Pero en el ambiente local ya se puede asegurar que la estrategia elucubrada desde el oficialismo no ha dado resultado y no están con mucho tiempo para correcciones. El rechazo al nepotismo de Vásquez Pá es generalizado y los acontecimientos del Parque Urquiza cuando se encontró con drogas a su BB fueron definitivos para generar la dispersión del electorado.
Ya no se trata del casco viejo de San Benito, sino que en los barrios más alejados también están enterados de la adicción (y del negocio) en el que se mueve el candidato oficialista y esta situación provoca el generalizado rechazo.
No tiene mucho tiempo para hacer alguna corrección, comentábamos antes y para apelar a algún remedio deberían sacrificar al propio Vásquez BB, ‘bajarlo’ como se dice en el ambiente político, por cualquier causa ‘razonable’.
Ello no ocurrirá por nada del mundo porque el orgullo y la vanidad del intendente van mucho más allá de la cuestión partidaria, por lo tanto queda en manos del resto de los candidatos la posibilidad de ser buenos intérpretes de esta situación y de saberla explotar para acceder al triunfo el 23 de octubre.
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