viernes, 21 de octubre de 2011

"PANDE EL CUNICO" EN EL OFICIALISMO

NO ALCANZAN LOS COLCHONES. NO ALCANZAN LOS BOLSONES.
Los manotazos del ahogado… los inundados recién aparecen.
Los alimentos vencidos son distribuidos por el propio intendente Vásquez Pá.
Pero la suerte está echada.
Ya pasó el tiempo del proselitismo. Ya pasó el tiempo de la prebenda…aunque la desesperación haga que desde el oficialismo la actividad del día sea muy intensa. Y lo será esta noche y mañana  todo el día, queriendo reemplazar lo que no hicieron en ocho años con una caja de leche en polvo agrumada y vencida.
Reitero. Son los manotazos del ahogado.
Ya no alcanza.
La suerte está echada.
Los errores se pagan caros.
El primer gran error del oficialismo sanbenitense ha sido no haber podido “inventar” un candidato de refresco en ocho años…es mucho tiempo desperdiciado.
La razón es muy sencilla. El personalismo, el egocentrismo, la vanidad, la lujuria, el narcisismo no le permitieron al intendente ver más allá de sus narices.
Es insólito que desde el manejo del poder Ángel Vásquez Pá no haya podido generar un reemplazante genuino que represente al sector; no pudo…o no quiso (más probablemente sea así).
Y eligió a su hijo…ungió a su hijo. Un chico de veinte años, inmaduro, con sus inseguridades, con su inexperiencia, con sus ‘nanas’ propias de la etapa del crecimiento, con sus defectos, con su adicción, con su absoluta falta de liderazgo.
Eso es mucho. Es mucho cuando se trata de sostener una administración en el tiempo, llevando como salvavidas de plomo nada menos que ocho años de gestión.
¿Había candidatos postulantes en el oficialismo?
¡Claro que sí!
Potencialmente el que estaba en mejores condiciones, para mi gusto, era Eduardo Massei.  ¿Qué?...lo afirmo desde mi óptica sesentona, pese a que hicimos de él un “bufón” para nuestra página en muchas oportunidades. Pero su inserción en política había tenido un caudal de apoyo respetable hace cuatro años.
También lo pudo ser  Delvecchio, aunque sea ‘extranjero’, aunque en el camino haya ido quedando atrapado en el desgaste, tanto en el lógico desgaste de toda gestión como en el desgaste inducido por el propio intendente.
Y los hay más. Pero lo que queda como resultante de cualquier análisis es que Ángel Vásquez no quiso ungir a nadie por sostener su propio ego y eso es un hándicap demasiado contundente a la hora de salir a pedir el voto.
Y lo pudieron comprobar ellos mismos. El desgaste de la actual administración es determinante a la hora de la elección de los vecinos.
El intendente para sostener su teoría de continuidad apeló a una decisión que sepulta toda pretensión; es que no tuvo mejor ocurrencia que salir a decir con todo el ancho de su bocacha que continuaría siendo el intendente tras bambalinas, al menos, cuatro horas por día.
¡Tamaño error!...¡Brutal error!
Se colocó su propia lápida. Con esa salida extemporánea no consiguió otra cosa que reconocer, implícitamente, que su hijo es un inútil, un incapaz, un consentido que no está en mínimas condiciones para conducir los destinos de nuestra ciudad. Con esa estrategia no hizo más que confirmar lo que dice la generalidad de los sanbenitenses que se expresarán el domingo.
¡Vaya si hubo desgaste en esta administración municipal!
Lo sostuve y lo sostengo. La experiencia indica que las segundas gestiones tienden a ser mediocres, por no decir “malas”. Para colmo de males nuestro mandamás no tenía mejor ocurrencia que cuando enfrentaba una jornada sin problemas, salía a buscarlos en los micrófonos de su propaladora y en algunos medios capitalinos que han hecho de la opinión un medio de vida. No tenía mejor ocurrencia que salir a insultar a diestra y siniestra, a agredir aunque sea de gusto a ciudadanas y ciudadanos, a empleados, a comerciantes, y eso es mucho.  
¡Vaya que provoca desgaste el mal uso del micrófono, peor aún cuando en su propaladora estaba prohibido el acceso a todo lo que significaba “oposición”!
Son argumentos. Pero ni hablar de los argumentos de la gente común, del que ve pasar la política por los lejanos boulevares Friuli, Basavilbaso y Marizza, de los que viven metido en barrios casi incomunicados, sin calles, sin servicios, sin alumbrado, tapados de yuyales, compartiendo sus días con mosquitos, ratas y alimañas, de los que tienen que soportar la mugre y los excrementos que les tiran los demás en las decenas de mini-basurales, de los que tienen que penar para que sus hijos concurran a educarse en nuestras escuelas, para recibir atención a su salud...
¡Y ellos también opinarán el próximo domingo!
¡Hay que andar por nuestros barrios para darse cuenta de nuestra realidad!
Una cosa es mostrar a la comunidad cómo se rasquetea todos los días la misma cuadra en el casco antiguo de la ciudad: esa es la cara visible. Otra cara, la invisible, está fuera de los boulevares.
La suerte está echada. Hay encuestas que lo dicen. Pero, fundamentalmente hay ocho de cada diez vecinos que los afirman de manera contundente.
¡Basta de Vásquez!

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