Día a día se viene observando a los propietarios ubicados sobre Avenida Friuli y sus adyacencias cómo tratan de mejorar el aspecto comercial de la principal arteria de nuestra ciudad, transformado en boulevard de doble vía con cantero central en la misma fecha que se inauguró la biblioteca pública, el playón del polideportivo del barrio San Martín y el agua potable desde La Loma a Las Tunas en 1988.
Ahora resulta que aquella obra de la Biblioteca Pública le molestó a nuestro mandamás Vásquez Pá y quiso ponerle el sello de su sapiencia en materia de construcciones, utilizando seguramente para su diseño el programa Autocad 2012. Ya no le gustaba aquello realizado por otra administración, sobre todo la fachada y pensó en otro cosa.
El fruto de aquel sueño para dejar algo más que honre su slogan: Obras + Obras desde ahora está a la vista. Los vecinos pueden comprobar el ingenio y la creatividad.
Se trata de un adefesio que únicamente a un imbécil se le podía ocurrir. No sólo quitaron la fachada que identificaba al lugar desde hace más de 20 años sino que en plena avenida comercial (que requiere una inversión pública acorde al interés de los inversores privados) hicieron “una ranchada” estrafalaria que no pega siquiera en el medio de un monte. Un mamarracho que no merece otro calificativo y que, seguramente, la futura administración desarmará de plano para recuperar la identidad original de ese espacio público.
Otro gasto totalmente innecesario cuando hay otras prioridades, otras urgencias que los vecinos reclaman y que se deben atender con premura. Otra ocurrencia personalista, inconsulta, desubicada y agresiva al interés de los frentistas de esa arteria.
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