lunes, 17 de octubre de 2011

EL DOMINGO GANA "NADIE"

TRIBUNA DE OPINIÓN:
el domingo gana “nadie”
Por Esteban Peicovich
Del primer hombre nos separan 40 mil generaciones. Hace 1000 años el polo “no existía”. Hace 500 la tierra “era una tabla”. Hace 111 nació el siglo 20. Ese 1 de enero de 1900 Buenos Aires tenía 821.293 habitantes, más arboles que París y Berlín, 11 servicios de tranvías (8 “a sangre”, 3 “a electricidad”) 239 escuelas, 100 mil alumnos primarios. Fue siglo de vivir con boca abierta. Freud bajó al magma del inconsciente. Einstein mezcló tiempo y espacio como agua y azúcar. Lenin diseñó un paraíso que acabó en infierno. Joyce escribió todas las novelas en una. Picasso trazó una nueva cueva de Altamira y John Cage se sentó al piano a tocar su concierto de silencio a dos manos.
En geografía, la Tierra se globalizó como la Luna. En física, tras leer a Ovidio, un cuántico ahondó en el fotón y anunció quimera: encapsular a un hombre en París y en tres segundos, teleportarlo (corpóreo) a Nueva York. No disparata. Cuando Blake dijo "Todo lo que existe fue imaginado alguna vez" dijo algo tan obvio como "el agua moja" Alguien de Sillicon Valley debió imaginárselo primero, para que hoy, un bosquimano (iletrado, excluído, que vive en cueva todavía) patee la sabana llevando en mano una compu diseñada para contar rinocerontes negros a cada pulso piola en el icono Rino Black.
En medicina, hoy se puede dejar el cuerpo fuera del cuerpo, hacer otro cuerpo a semejanza, echar en su caja de dolor los más raros objetos (ojos, hierros, agujas) e inducirlo a que duerma feliz. Traerlo de la muerte unos minutitos o dejarlo a su capriccio congelado en el espacio. Colonizado el corazón y con el cerebro a punto de entregarse, los biólogos intentan que los genes puedan parirnos otra vez, pero mejorados... Anuncian que antes de pronto podremos elegir cuales fobias o filias de nuestros abuelos deseemos conservar (Lo sé, no es mi caso. Pero como podría ser el vuestro, los pre invoco: Oh, futuros tataranietos, abstengansé, evitad mi contagio)
En lo internacional, con febril ayuda bancaria mundial se encararon los más complejos sistemas, planes y ofensivas bélicas para impedir la bonanza social de los pueblos y el pasaje cultural de la masa a la persona. El siglo fue una sangrienta rosa cambiando de roja a blanca. Su más grande sueño público de igualdad está a la vista. Lenin duerme metido en caja fuerte acorazada en nácar sepultada bajo nieve, mientras Putin y Meldeiev controlan el Imperio Neo Zarista como Iniesta y Messi la usina del Barcelona. Y así, donde pose uno los ojos, se dará uno el frentazo. China decide. Europa boquea. USA se desinfla.
Y la Argentina pavonea.
En lo político, practica y acepta la impericia a posta de una democracia ficticia, paródica y formal. La real late solo en el discurso y es abortada en el acto de votársela. Es un mega suceso que se articula en la picaresca del lobby, la trampa, el pacto, sin llegar (salvo simulada) a la historia del hombre común. Hombre que al no encontrar genuino destino social termina por considerarse fatal, deja de cantar y pensar, y se abandona a la imbécil grita de Sus Idolos.
Por prodigio o por espanto, el mundo flota en el desequilibrio permanente de su interna de abelitas y cainitas. Por avaricia o por ignorancia, la Argentina se deja llevar por el folklore de su tozuda interna de piolas y boludos.
Y así, el domingo gana nadie.

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