VUELVE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL DE PUEBLO

Tribuna de Opinión

Por Aníbal González Comas

1874 - 15 de marzo - 2015
LOS NEGOCIOS EN LA POLÍTICA 
PROVOCARÁN LA RESURRECCIÓN DE BALBÍN Y DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL DEL PUEBLO (UCRP)
Los radicales terminan de sepultar el motivo fundacional de su partido, aliándose - precisamente - con los que provocaron su nacimiento por 1890, esa lucha embrionaria contra aquel partido oligarca de la clase conservadora que se apoderó de la pampa húmeda cuando terminó la genocida Campaña del Desierto dirigida por Julio Argentino Roca y que desde entonces se había adueñado de las grandes decisiones nacionales.
El Partido Autonomista Nacional (P.A.N.) nació luego del regreso de la Capital de la Confederación Argentina (que estaba en Paraná) a Buenos Aires en 1861, cuando los oligarcas de la city porteña juntaron al Partido Autonomista y al Partido Nacional el 15 de marzo de 1874.
Del campo popular nació la Unión Cívica Radical  que enarboló como bandera la causa de los desposeídos a partir de su nacimiento con  Leandro Alen y que se debatía con las corrientes socialistas importadas que encabezaban Juan B. Justo y otros.
Desde entonces fue el partido de las masas populares hasta que la década infame lo 'alvearizó', provocando la reacción que se encausó tras el liderazgo de Juan Perón desde 1945, trocando la portación de la bandera de las causas populares, en un disputa que nunca terminó en el terreno electoral con los radicales que reclamaban su pertenencia hasta la fecha.

- Qué lo reparió... infeliz coincidencia!!!
¡Tuvo que ser otro 15 de marzo a la madrugada cuando en Gualeguaychú se cerraran 141 años de luchas sin cuartel, de liderazgos disputados que sostenían la causa como el partido con más historia, que encontró la dirección más acertada con el regreso a la democracia y con su cabal intérprete Raúl Alfonsín, al que hicieron caer los mismos que hoy les secuestraron el sello partidario por cuestiones de coyuntura. ¡Y fue este 15 de marzo cuando los radicales plegaron banderas para unirse a sus adversarios de siempre: los conservadores!
Con lágrimas en los ojos estarán mirando desde el más allá, don Leandro Alen, don Hipólito Irigoyen, don Ricardo Balbín, don Arturo Illia, don Ricardo Alfonsín  y tantos otros luchadores de las causas populares... Y hay motivos justificados para ello.
¡La política argentina se degrada nuevamente!
Es mentira que el radicalismo se encolumnó unido tras la Convención Nacional de Gualeguaychú. ¡Ese es el discurso 'para la gilada'!, el discurso engañoso que se parece más a una expresión de deseos personal de quien lideró este acuerdo ocasional que durará hasta que la 'gorda' Carrió patee el tablero.
La realidad es otra.
Y se comienzan a levantar las voces de los que no cederán, que se unirán al grito convocante de la juventud radical que no quiere sepultar tanta historia con el engaño de algunos de sus dirigentes de ser los futuros salvadores del país.